“No”
23 mayo 2018Estereotipos de Jesús
25 mayo 2018Lectura: 3 Juan 1:1-6
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” v.2
Naturalmente toda planta debe crecer. Sembramos mi esposa y yo unos Chaguaramos (una especie de palma) y observamos después de cierto tiempo que no crecían. Al evaluar el asunto nos dimos cuenta que otra planta les estaban impidiendo su desarrollo. El caso es que habíamos sembrado esas palmas entre la grama, resulta que las raíces de la grama no estaban permitiendo que las raíces de los chaguaramos tuvieran profundidad, al contrario trataban de sacarlas.
Pensando en esto sentado y observando, vino a mí la idea de que igual ocurre en nuestras relaciones interpersonales. Otras personas pueden estar impidiendo tu crecimiento. Aun cuando tu deseo es crecer pudieran estar en tu entorno personas tóxicas que no te ayudan para nada, al contrario, te ahogan.
Dos características esenciales de gente así: intentan controlarte y te asfixian; te roban toda tu energía, son dependientes y te agotan. Mientras no te des cuenta de esto estarás postergando o evitando tu crecimiento, de manera que hoy es buen día para mirar a tú alrededor y examinar las personas y llegar a la conclusión de quiénes te ayudan a desarrollarte y las que te están saboteando.
Recuerda el texto bíblico de hoy; San Juan deseaba que su amigo y hermano en la fe fuese prosperado en todas las cosas. Crecer y desarrollarse hasta llegar a ser como Cristo en todas las cosas es parte de nuestra madurez cristiana.
José Hernández, Venezuela