¿Cómo termina todo?
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¡Nunca apartarnos!
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LECTURA: FILIPENSES 4:10 – 13
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. v.13
Vivir una vida plena implica tomar riesgos, hay que estar listos y preparados para enfrentarlos con éxito. Desde pequeños tenemos que aceptar los riesgos que implica caminar, comer, hacer tareas solos, estudiar una carrera profesional, casarse, formar una familia o educar hijos.
Personas toman riesgos peligrosos sin pensar en las consecuencias como tener sexo antes del matrimonio, olvidando que somos seres reproductivos y sin pensar llegan hijos no deseados, matrimonio inesperado o enfermedades terribles. Consumir alcohol o drogas significa el riesgo de perder la vida aunque no se considere así.
Sin embargo, no todos los riesgos que se toman en la vida terminan mal. Tomar el riesgo de formar una familia con la ayuda Dios vale le pena, recibir la herencia de parte Dios que son los hijos, es un riesgo que trae bendición.
Pero existe el riesgo de vivir alejados de Dios que nos evita obtener la recompensa que su Palabra ofrece por caminar con Él esta vida y ser guiados aún más allá de la muerte.
Recordemos personajes de la Biblia que tomaron el riesgo de caminar y ser siervos de Dios: Noé construyó un arca en tierra seca, Moisés abandonó los privilegios de ser hijo del Faraón.
Cristo es el mejor ejemplo para tomar riesgos, vino a la tierra dejando Su gloria sabiendo que iba a morir y cargando los pecados de los seres humanos en su cuerpo fue colgado sobre una cruz, pero tomar el riesgo le produjo gozo.
Tú, hoy, debes tomar el riesgo de recibir a Cristo, vivir una vida plena y disfrutar de la compañía de Dios, mañana puede ser muy tarde.
Blanca Olivia Solís López, México
Arriésgate a decir el vivir es Cristo
