La influencia del cristianismo en el arte – Parte 2
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LECTURA BÍBLICA: HECHOS 9:1-9
“¿Quién eres, Señor?…temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?” vv.5-6
La vida de Pablo representa para muchos creyentes el mejor modelo de transformación de una persona que ha sido enemiga del evangelio. De ahí que, muchos han sido inspirados en su fe.
Contrario a lo que Pablo hacía, tal vez ninguno de nosotros hemos sido perseguidores de Cristo, más bien, al ser encontrados por Él, nos hemos convertido en sus servidores. Es por ello, que todos nosotros, necesitamos ser confrontados por el Señor: ―fulano, zutano y mengano― ¿por qué me sigues?; ¿por qué me sirves? Tener una respuesta clara a tal pregunta, resulta una cuestión de estado para cada uno de nosotros.
En definitiva, todos necesitamos un encuentro con el Señor. Escuchar su voz audible, que nos recuerde todo lo que es necesario hacer para un seguidor y servidor de Cristo, es básico para alcanzar esa trasformación. Debemos permanecer en su presencia el tiempo que sea necesario para que sus instrucciones sean obedecidas hasta lograr lo que desea hacer en nosotros.
Revisando el texto bíblico recomendado, nos damos cuenta que la experiencia de Saulo es bastante traumática pero muy necesaria para transformarle. Conociendo el desenlace, soy el primero que me apunto para que algo así me suceda.
Reconozco que necesito caer de la posición espiritual en la que ahora estoy, ser sacudido por el Espíritu de Dios de mi condición actual y escuchar su voz que me indique lo que necesito para ser renovado. No es posible ser renovado, si no reconocemos que lo necesitamos.
Delmer Manzanares, Honduras
Nuestros ojos espirituales han sido cegados por nuestra religiosidad, necesitamos del colirio de su Espíritu Santo
