¿La fórmula de la felicidad?
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LECTURA: SANTIAGO 2:14 – 26
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios”. Hebreos 11:6
En cierta ocasión una joven mujer preguntaba a su madre la razón por la cual su hermano, un hombre mayor de cuarenta años, teniendo talentos como el de hablar tres idiomas, ser un gran profesional en la rama de la administración, saludable y amado por su familia, prácticamente era un perdedor, haragán, perezoso y falto de iniciativa. La protectora madre le respondió: ¡recuerda que él quedó así, desde el día en que le operaron esa horrible uña encarnada! Pero mamá, replicó la muchacha, ¡eso fue hace 27 años!
Ahora mismo puede usted estarse preguntando ¿Si alguien con mayores talentos que aquel y con la fe en Cristo en su corazón, podría experimentar tan deprimente estilo de vida? La respuesta es ¡por supuesto! Muchos más de los que usted podría imaginar están en ese estado.
Muchos confunden la Fe con una especie de energía mágica que hace todo por si sola, olvidando lo dicho por el rey Salomón en sus proverbios: “El alma diligente esa prosperará”.
Cuando Santiago dijo que la Fe que no produce nada, es lo mismo que no tenerla; está con toda seguridad afirmando que fe e iniciativa son hermanas siamesas.
Ahora bien, usted podrá decir, ya lo he hecho y no ha pasado nada; bueno entonces hay que sumarle una tercera hermana a la Fe e iniciativa y esta es la determinación las tres nacieron pegadas y comparten mente, corazón y fuerza.
No se desanime, si usted, tiene Fe ¡Pruébelo!, dé el primer paso, seguramente hallará oposición, pero si persevera en el propósito del Señor no dude que triunfará.
Manuel Cendales, Colombia
Atrévete a desafiar lo imposible con Dios
