Trabajando para la eternidad
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Magia, superstición y fe – Parte 2
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LECTURA: MARCOS 2:1-12
“Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.” v.11
Un día estaba frente al televisor viendo un juego de fútbol con mi hijo, y él estaba triste pues nuestro equipo iba perdiendo por 2 a 0. Corría el minuto 85 y mi hijo me dijo que ya no quería seguir viendo el encuentro, que cambiara de canal pues ya habíamos perdido. Entonces yo le animé diciendo: hijo no pierdas la fe, el juego aún no termina. Lo convencí para que sigamos viendo a nuestro equipo y grande fue nuestra sorpresa cuando en los últimos 4 minutos nuestro equipo empató. En tan sólo 4 minutos logró lo que no había podido hacer durante 86 minutos y, a pesar de las circunstancias, pudo empatar y no perdió el juego.
Las adversidades siempre nos hacen perder nuestra fe. Cuatro personas trajeron delante de Jesús a un paralítico, pero para poder estar frente al Señor tuvieron que sortear varias dificultades en medio del camino. La primera de ellas fue cómo trasladar a un paralítico. La siguiente adversidad fue la multitud, pues era tanta que no podían pasar por en medio de ella. Entonces, de inmediato pensaron en subirlo al techo. Asimismo, al ver a la multitud hubieran argumentado que Jesús es Dios y lo sabe todo.
Sin embargo, ellos no perdieron su fe e hicieron frente a cada adversidad. Su fe estaba tan determinada que no permitirían que simples adversidades la debilitaran. Y al final su fe triunfó, su determinación y confianza en el Señor dio sus frutos pues los que regresaron a casa caminando no fueron 4 sino 5.
Eduardo Alfaro, Perú
No dejes que las adversidades minen tu fe
