Mudanza

RTM UY tiene nueva casa a partir de marzo 2011 en Soriano 1335 casi Ejido.

Como pasa en muchas mudanzas este es un tiempo de sentimientos ambivalentes. Por un lado, uno siente la alegría del sueño hecho realidad a través del proyecto “Crecemos para servir mejor” que fue transitando diferentes etapas entre el desafío de fe, la superación de temores, la provisión de Dios a través de las donaciones de los amigos del ministerio de RTM UY y la toma de decisiones con mucha oración. Todo ello, nos ha llevado a este punto en que hemos crecido primero que nada espiritualmente, conociendo más y mejor a Dios y su obra en nuestras vidas y ahora también en nuevas oportunidades de desarrollo institucional con el fin de profundizar nuestro compromiso con la comunidad global a la que servimos.

Al mismo tiempo, está el caos de la mudanza. Dicen los especialistas del comportamiento humano que una de las experiencias más estresantes para una persona es la de enfrentar una mudanza. De hecho, la mudanza ocupa el tercer puesto en la clasificación de los factores que causan estrés y debilitación. Además, como la producción de programas debe seguir inmediatamente no tenemos más que unos pocos días para desarmar, trasladar y reinstalarnos en la nueva propiedad que encontraremos con albañiles y técnicos trabajando para dejar todo operativo en la brevedad posible. Imagínese el panorama.

Una de las tareas que más me absorbió en los últimos días fue la de organizar el mobiliario, empaquetar documentos, libros y útiles de oficina para el traslado. Está siendo un buen tiempo para tirar tanta cosa que se acumula y que ni siquiera recordamos que la tenemos, guardándola vaya a saber uno para qué. Y esto me hizo recordar las palabras del escritor bíblico que nos exhorta a olvidarnos de lo que queda atrás y extendernos hacia delante (Filipenses 3:13-14). Dios nos manda a seguir transitando la vida con la vista puesta en la meta, en el premio del supremo llamamiento que es en Cristo Jesús. Bien podríamos quedarnos anquilosados como organización y personas, haciendo las mismas cosas de siempre, rutinas y tareas; pero Dios no quiere eso de nosotros, sino que nos impulsa en medio de esta mudanza a seguir creciendo, cimentados en su palabra para cumplir nuestra misión y visión en un mundo que está en transición y con muchos desafíos que surgen todos los días. Ante ellos, tomamos la decisión de crecer para servirle mejor e impactar una nueva generación para Cristo.

Así estamos, preparándonos para el futuro, mirando hacia delante, puestos los ojos en Jesús. ¡Qué Él nos guíe y guarde!

Lic. Esteban D. Larrosa

Director – RTM UY

Nueva Dirección de RTM UY a partir de marzo 2011: Soriano 1335 esq. Ejido.