Cosas malas a personas buenas
5 octubre 2023
La reforma: punto de apoyo
6 octubre 2023
LECTURA: 2ª TIMOTEO 4:7-9
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día.” vv.7-8
El apóstol Pablo, después de una dilatada carrera extendiendo el Evangelio y fundando iglesias, estando preso en Roma y viendo que su final estaba cerca, escribió estas palabras de victoria y seguridad en su destino eterno.
Cuando nos hacemos mayores con el paso de los años, podemos pensar si la vida ya no es útil y merece la pena seguir “luchando”. Los jóvenes nos van dejando atrás, no podemos competir con sus capacidades, fuerza y energía. Pero la verdadera realidad es que nos vamos acercando a la meta de nuestro llamamiento, el final de nuestra carrera, al encuentro con nuestro Dios y Salvador Jesucristo, amparados exclusivamente en su sacrificio y obra en la Cruz que nos garantiza la entrada a su gloria y la corona de justicia. Nuestra mirada al futuro debe ser de gozo y esperanza, que va teniendo su cumplimiento.
Cuando estemos en Su presencia aquel día, no tendremos nada que añadir a su obra. Ningún mérito nuestro puede alcanzar su aprobación, sino solamente el sacrificio de Jesucristo; por el poder de su muerte y resurrección seremos declarados totalmente inocentes, con acceso directo a su gloria.
El final de la vida en la tierra para los creyentes no es el final, sino el cumplimiento de nuestro llamamiento, el comienzo de nuestra esperanza cumplida. Una esperanza ofrecida a todos los que le piden perdón y confían en Él, sin excepción.
José Luis Briones, España
Nos espera un glorioso futuro con Jesucristo en la eternidad
