ALEXAMENOS VENERA A SU DIOS – 3ra. Parte

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La Gran Broma

Si nosotros iniciamos en google una búsqueda de artículos sobre la existencia histórica de Buda, empezará a llamarnos la atención que, poco a poco y conforme van pasando las páginas con los resultados de la búsqueda, se infiltran artículos que hablan de la existencia histórica de Jesucristo. Si hacemos una búsqueda similar acerca de la existencia histórica de Mahoma, encontramos entre los también numerosos resultados una mayor presencia de ensayos sobre la existencia histórica de Jesucristo. Es realmente llamativa la intensidad con que se debate en la red acerca de Jesucristo, su persona, su obra y misión, y sobre si él realmente existió, o no es más que una figura mítica. Pero este solo hecho tiene una importante lectura; entrelíneas, esta presencia permanente de Jesús el Cristo en ensayos, foros, discusiones, estudios, escritos desde todos los enfoques, a favor y en contra, con amor y con odio (ninguno con indiferencia), con pretendida objetividad que se desvanece ante las reacciones viscerales que despierta éste, el personaje más importante de la historia de la humanidad, en estos primeros años del siglo XXI, es evidencia de la importancia insoslayable que tiene Jesús de Nazaret para el hombre y la mujer de hoy, independientemente de credos, razas y nacionalidades. Y es evidencia, indirecta si se quiere, de que el hombre Jesús debe ser un personaje histórico, o para negarlo hay que tener mucho coraje, argumentar en contra de las fuentes extrabíblicas de la historicidad de Cristo con una claridad e imparcialidad inatacables, estar documentado hasta un extremo que hace fruncir el ceño con suspicacia, y convencer a todo el mundo de estar abordando el tema con una objetividad incuestionable. Todo lo cual dista mucho de lo que realmente se puede leer.

Si Jesucristo no es un personaje histórico, es entonces un mito, como muchos dicen; pero un mito demasiado bien diseñado, tan perfecto, tan elevado, que amalgama hasta tal punto las aspiraciones y anhelos y necesidades del alma humana, dándoles respuesta definitiva, que se necesita más fe para creer que un/os ser/es humano/s lo crearon, que para creer que el Dios que da sentido al universo que nos rodea lo envió a este mundo. Me gustaría citar, pues creo pertinente hacerlo ahora, lo escrito por Juan Arias en el inicio de su ensayo sobre la existencia de Jesucristo, en BIOGRAFÍAS: JESÚS DE NAZARET (www.cliorevista.wanadoo.es): Jesús es el personaje que mayores transformaciones ha causado en Occidente e incluso en Oriente. Hasta nuestro calendario parte de su fecha de nacimiento, aunque un error de origen haga variar dicha fecha en cuatro o cinco años. Sin este profeta, hoy nuestra civilización sería muy diferente en todos los sentidos: nuestra cultura, nuestra moral, nuestro derecho y nuestra misma fe o agnosticismo. Como ha dicho el ateo escritor José Saramago, Premio Nobel de Literatura, “lo quiera o no, soy culturalmente cristiano”. La doctrina de Jesús, filtrada más tarde por la Iglesia, tanto la católica como la ortodoxa o la protestante, ha permeabilizado toda nuestra historia y condicionado nuestras vidas. Si esto es innegable, se imponen las siguientes preguntas: ¿Cómo puede ser que se haya cuestionado la existencia histórica de Jesús? ¿Cabe la posibilidad de que este profeta sea solo un mito y nunca haya existido? ¿Y quién habría creado ese mito?

La última de las preguntas formulada en el párrafo citado es la más pertinente de todas. Pues hablamos de la creación de un personaje sublime y excelso, quién desarrolla una obra y entrega unas enseñanzas, que han dado respuestas y orientación al alma humana a través de los siglos. Por supuesto, esto último entra en el plano de la “evidencia” subjetiva, que requiere participar de la experiencia de fe en Lo Trascendente, es decir, Dios, revelado y hecho próximo a nosotros en la persona de Jesucristo. El Jesús de la Biblia es el Hijo de Dios, el Salvador, Dios encarnado, que realizó toda clase de prodigios contrarios a las leyes naturales (milagros), y aún venció a la muerte. Eso no entra ni entrará jamás en la cosmovisión de aquellos que a priori niegan la existencia de un Dios, de lo sobrenatural, y de cualquier realidad más allá de lo visible y tangible por nuestros sentidos. Despojar a Jesús de Nazaret de la atmósfera sobrenatural que rodeó permanentemente su vida y obra, atmósfera sobrenatural que impregnaba su persona y en gran parte emanaba de la misma, siempre según el Nuevo Testamento, es hacerlo desaparecer; es dejar un Jesús desconocido e incognoscible para la historia. De nada sirven los arrebatos de nobleza de quienes pretenden reconocer en él un gran maestro, filósofo, reformador social, etc.

Los racionalistas, concientes de su incapacidad para explicar al hombre Jesús, así como del fracaso de su intento por despojarlo de todo lo sobrenatural en su persona y obra, optaron por otro camino. El único camino que les quedaba, embarcados como estaban en lo que llamamos, en la segunda entrega de esta serie, la negación a ultranza, la negación hasta el delirio, acorde a su cosmovisión atea del universo; ese único camino es negar que Jesús haya alguna vez existido. Ese camino, esa opción, fue y es, como dijimos en la primera entrega de esta serie, un disparo certero contra el cristianismo, pues probar que Jesús de Nazaret no existió descoyuntaría el cristianismo, y quitaría sentido a la misma existencia de la Iglesia Cristiana. Acá no podemos decir, como los budistas: La existencia histórica del Buda Sakyamuni es irrelevante dentro del esquema del budismo. (La prueba del algodón; asiabudayrollitosprimavera.blogspot.com); o como dijo Jorge Luis Borges: Podemos ser buenos budistas y negar que el Buddha existió. O, mejor dicho, podemos pensar, debemos pensar que no es importante nuestra creencia en lo histórico: lo importante es creer en la Doctrina.” (Siete Noches, ed. Fondo de Cultura Económica, México). Muy conveniente. Para nosotros en cambio, el cristianismo permanece de pie o cae con la verdad de la vida del hombre Jesús, y de su resurrección.

Por eso, aunque el racionalismo lleve dos siglos pretendiendo demostrar la inexistencia histórica de Jesucristo (con argumentos cada vez más ridículos y descabellados, como veremos), y la erudición cristiana venga respondiendo punto a punto sus ataques; aunque ésta parezca una discusión crónica, bizantina, de nunca acabar; aunque, como alguien dijo, el Dios cuya existencia la filosofía dice poder demostrar no es capaz de inspirar amor, como el Dios de la Biblia (y tampoco el Jesús despojado de su obra y enseñanzas, el Jesús de arqueólogos e historiadores, es capaz de despertar fe en el corazón humano, como el Jesús de la Biblia); a pesar de todo eso, es preciso abordar el tema, para que el veneno de infames individuos vestidos de seudociencia no perturbe la fe de multitudes que podrían encontrar una revolución en sus vidas, a través del encuentro con Jesús de Nazaret, el hombre histórico, que es a la vez el Cristo de las Escrituras, el Hijo de Dios y Salvador del mundo.

Esto me obliga a comenzar con un artículo, aparentemente de origen español, que desafortunadamente algún/os ignorante/s y tendencioso/s compatriota/s de uruguay.indymedia.org reproducen, seguramente porque respalda su particular visión del mundo. El artículo se titula Jesucristo nunca existió. ¡Qué objetividad! ¡Qué apertura al diálogo! ¡Qué disposición a analizar fuentes y contrastar opiniones! El autor, que no se identifica, comienza diciendo: Días antes de las últimas navidades EL PAIS SEMANAL publicaba un extenso, aunque vacío, artículo sobre la existencia histórica de Jesucristo. Es un tema que creíamos superado, pero ante la expectación generada, las «cartas al director» publicadas posteriormente y la rabiosa reacción eclesiástica nos sumergimos en el tema. (Énfasis mío) Como ningún autor se identifica (citan a un tal Emilio Bossi, autor de unos “libritos” sobre la “tesis mitológica”, que tiene su lugar en este artículo, y discutiremos brevemente), llamaremos genéricamente el “Superado” a los responsables de este ensayo. El núcleo central del artículo contiene, entre otros conceptos que trataremos en otra oportunidad, los siguientes pensamientos: Cristna nace de una virgen y está vaticinado en los libros sagrados indios. Su venida le es revelada a la madre de la virgen para dar el nombre de la misma y que se sepa el destino del que ha de venir. Hay un tirano que al enterarse en sueños de tal nacimiento y que le destronará ordena una matanza de los niños nacidos esa noche, el día del nacimiento (en un redil) es adorado por pastores. En fin que resucita muertos, cura leprosos, devuelve vistas y oídos. Un día que se enfadó con sus seguidores se les aparece con el rostro rodeado de tanta luz que estos no pueden resistirlo. A raíz de este hecho le llamaron JEZCUS CRISTNA (nacido de la pura esencia divina). Todo eso ocurría 3.500 años antes de nuestra era. La novena encarnación es como Buda. Fue revelada en sueños a su madre la grandeza del hijo y el carisma que éste tendría entre sus semejantes. Escoge para nacer una casta principesca (como Jesús). La madre de Buda se llamaba Maya o Maïa y le concibió fuera de toda relación sexual. Dotado de gran inteligencia maravilló los doctores con su sabiduría, abandonó el lecho materno para cumplir su misión. Fue tentado varias veces por el demonio pero salió victorioso de ellas. El más celebre de sus discursos fue «El sermón de la montaña», (como el de Jesús), tuvo su discípulo traidor y sus dos discípulos diametralmente opuestos, lo mismo que Pedro y Juan. Después de su muerte se aparece a sus discípulos en forma luminosa con la cabeza rodeada con una aureola. En el budismo se encuentran todas las prácticas religiosas del cristianismo y cuando los misioneros católicos se encontraron por primera vez con los monjes budistas, creyeron en un engaño del diablo. Mitra es el dios redentor de Persia. Llamado también Señor, «nace» en la gruta de una virgen, el mismo día que andando el tiempo «nacerá» Cristo, el 25 de Diciembre, o sea el solsticio de invierno. La madre, como no podía ser menos, permanece virgen después del parto. Se anuncia astrológicamente por una estrella que aparece en el Oriente y unos magos le llevan perfumes, oro y mirra. Muere como Cristo en el equinoccio de primavera y sus penas redimieron a la humanidad. En Egipto también tenían su Dios redentor en Oro (Osirapis o Serapis). Nacido de una virgen en el solsticio de invierno, muerto en el equinoccio de primavera y también resucitado. Tuvo su huida llevado por la virgen Isis en un asno. También Baco (llamado Salvador) nacía en el solsticio de invierno, después de muerto bajaba a los infiernos y resucitaba.

Lo que acá dice el Superado es expresado resumidamente por Juan Arias en el artículo citado BIOGRAFÍAS: JESÚS DE NAZARET: la Iglesia se quedó al desnudo para poder verificar la existencia de Jesús y pasó momentos de pánico. Sus enemigos se pusieron enseguida a elaborar la idea de que Jesús no había existido nunca, que se trataba de una creación de una secta disidente del judaísmo calcada de antiguos mitos del paganismo, en los que los grandes personajes también nacían de una virgen y eran perseguidos y ejecutados por el poder tras haber realizado prodigios. (Énfasis mío) Es decir, que no son ideas originales, sino que repite una vez más, conceptos ya expresados previamente por el racionalismo en la llamada “tesis mitológica”. Segundo, es notoria la ausencia de fuentes bibliográficas que refrenden toda la información vertida acerca de los mitos paganos citados. Podría alegarse que las fuentes se dan por sabidas, aunque se nos ocurre que afirmaciones tan contundentes y de tan largo alcance como éstas debieran ser respaldadas adecuadamente. Antes de comenzar a analizar estas aseveraciones, es preciso aclarar que tanto el hinduismo como el budismo constituyen fenómenos sociales y religiosos tan extensos, que es imposible pretender abarcarlos en el presente artículo. Lo que voy a hacer es limitarme a refutar las premisas del Superado, que no solo miente sobre el cristianismo, sino también sobre esas dos religiones, y otras mitologías.

Krishna

Comencemos entonces con lo que el Superado afirma de Krishna. Él dice que:

1) Cristna nace de una virgen y está vaticinado en los libros sagrados indios.

2) Su venida le es revelada a la madre de la virgen para dar el nombre de la misma y que se sepa el destino del que ha de venir.

3) Hay un tirano que al enterarse en sueños de tal nacimiento y que le destronará ordena una matanza de los niños nacidos esa noche.

4) El día del nacimiento (en un redil) es adorado por pastores.

5) En fin que resucita muertos, cura leprosos, devuelve vistas y oídos. Un día que se enfadó con sus seguidores se les aparece con el rostro rodeado de tanta luz que estos no pueden resistirlo.

6) A raíz de este hecho le llamaron JEZCUS CRISTNA (nacido de la pura esencia divina). Todo eso ocurría 3.500 años antes de nuestra era.

Este resumen de la carrera de Krishna está artera e intencionadamente alterado para que se parezca a lo que los evangelios narran respecto a Jesús, con el fin de inducirnos a creer, dado que lo ubica hace 3500 años, que la historia de Jesucristo está burdamente copiada de la de este dios hindú. Si buscamos algo de información sobre Krishna en la red, encontramos de inmediato un artículo interesante en la Enciclopedia Libre, Wikipedia, que dice:

Resumen de la historia de Krishna.

Este resumen deriva del Mahabhárata (y del Hari Vamsa Parva), un agregado de él.

Nacimiento e infancia

Krishna pertenecía a la familia real de Mathura. Como su tío el rey Kamsa fue avisado por el sabio Nárada Muni de que moriría en manos de un hijo de su hermana la princesa Devaki con su esposo Vasudev (un noble de la corte), Kamsa la encarceló y uno por uno fue matando a todos los hijos que nacieron de ella.

Krishna fue el octavo hijo —ahora existe un templo (Krishna-janma-bhumi) donde los hindúes creen que estaba la celda del rey Kamsa—, pero su padre lo sacó milagrosamente de la celda y lo llevó hasta Vrindavan (a 10 Km.), donde lo reemplazó subrepticiamente durante el sueño por un bebé de sexo femenino que acababa de alumbrar una mujer del pueblo, Yashodá. Regresó a la celda donde la niña recién nacida fue asesinada (como los siete bebés anteriores).

Aquí ya encontramos sendas diferencias con lo dicho por el Superado. Este párrafo podemos contrastarlo con lo escrito en los puntos 1 y 3, y quizás con el 2. En cuanto al punto 1, Krishna nace de una virgen que ya tuvo siete hijos; interesante. Tal vez el Superado pretenda que dicha virgen, de nombre Devaki, siguió siendo virgen luego de ocho partos, tratando así de establecer un paralelismo con la Virgen María, de la que una rama de la Iglesia afirma que permaneció virgen luego del parto de Jesús (por lo menos un parto, y no ocho). Pero dicha perpetua virginidad no está enseñada en la Biblia (es más, ni se menciona). Creo que en este punto debemos separar entre lo que la Biblia enseña, base fundamental de la doctrina cristiana, y aquellas cosas que se agregaron al edificio doctrinal y teológico cristiano al correr de los siglos. Tal distinción deberá tenerse presente al analizar cada punto en cuestión. Entonces, Krishna no nació de ninguna virgen, perpetua o no. En cuanto a que su nacimiento había sido profetizado, es un punto que carece de valor; ningún creador de mitos dejaría de anunciar mediante profecías más o menos claras la venida/nacimiento/llegada de su mesías/héroe/dios, para destacar por ese medio el carácter especial de su personaje. No puede pretenderse, si se quiere ser intelectualmente honesto, que el hecho de que el nacimiento de Cristo fue anunciado, se haya copiado del anuncio del nacimiento de Krishna. En cuanto al punto 3, el tirano no era un rey usurpador, como Herodes el Grande (personaje incuestionablemente histórico, cuya existencia ha sido refrendada por la arqueología), que alarmado por el probable cumplimiento de una profecía de varios siglos de antigüedad (el nacimiento de un legítimo heredero al trono) manda matar a los niños nacidos más o menos en ese tiempo. El tirano es el tío de Krishna, al que un “sabio” le anuncia que uno de sus sobrinos le matará (no simplemente destronará), por lo que va matando uno a uno a los hijos de su hermana. Hay más en esta historia de Krishna. El artículo de Wikipedia sigue diciendo: Para sustraerlo de la muerte, fue ocultado en la región de Vrindávan, donde pasó su niñez y su adolescencia en medio de pastores y pastoras, una de las cuales, Rādhā, tuvo amores con él. Otra vez, hay una diferencia sustancial con lo dicho por el Superado en el punto 4, con la intención de arrojar descrédito sobre la historia del nacimiento de Jesús. Indudablemente, nadie puede afirmar que la adoración de los pastores al niño Jesús se parezca a lo que pasó con Krishna, que pasó su infancia entre pastores y pastoras, y hasta llegó a formar pareja con una de ellas. Digamos de paso que en comunidades dedicadas a tareas rurales, entre las cuales está la cría de ganado, no es tan raro o poco común encontrar pastores y pastoras. También aquí el Superado nos miente, y tuerce los relatos de la leyenda, para sus propios fines. Sobre el punto 5, no hay una palabra en este resumen, por lo que sería lícito esperar que el Superado aporte otras fuentes; aunque no cambiarían nada, pues se daría el mismo caso que con el punto 2. Y en cuanto al punto 6, volvamos al artículo, que recoge múltiples nombres de Krishna:

Otros nombres de Krishna

Chakra Dhari: el sostenedor del disco (chakra).

Guiri Dhari: ‘sostenedor de colina (giri)’, cuando Krishna era un niño prepúber, levantó la colina de Góvardhan para proteger a sus paisanos de la lluvia y la inundación enviada por el semidiós Indra.

Guiri Góvardhan Dhari. ‘sostenedor de la colina de Goverdhan’.

Gopal: ‘protector de vacas’.

Gópi Nath: ‘señor de las gopis’.

Govinda: el que da placer a las vacas (go).

Hari: ‘amarillo’, ‘verde’, ‘verdoso’, ‘pálido’, ‘marrón rojizo’, ‘castaño claro’, ‘bayo’ (en caso de caballos) o —si proviniera de hri— ‘el que quita (la maldad o el amor de sus devotos)’. En el caso del mantra Hare Krishna, este hare se refiere más probablemente a Harâ, Radha, la energía erótica del dios. (Un creyente hinduista protestó a Wikipedia esta interpretación; fue su única objeción a este artículo que estamos citando como fuente de información).

Hrisikésh (jrishika: ‘sentidos’, isha: ‘amo’): el amo de los sentidos (de las demás personas).

Iadu-nándan: el placer de la dinastía del rey Iadu.

Ioguéshwar (yoga: ‘religión’; íshvara: ‘controlador’, ‘amo’): ‘amo de los yoguis’.

Jagannātha o Jagannāth (jagat: ‘mundo’, nātha: ‘amo’) señor del universo.

Késhava (kesha: ‘cabello’): ‘de cabellos largos’.

Mádhava: ‘de la primavera’.

Partha-sárathi (sárathi: ‘auriga’; partha: ‘descendiente de (el rey) Prithu’): ‘auriga de Arjuna’ durante la guerra de Kurukshetra. Enseña a su amigo su deber (dharma) en el Bhagavad Guita.

Vásudev: hijo de Vasudev.

En suma, por ningún lado aparece JEZCUS CRISTNA; podemos comprobar que este último punto no es más que un pueril intento del Superado de hacernos creer que el nombre JESÚS CRISTO es copiado de un nombre de Krishna.

Buda

Sigamos con Buda, de quién el Superado dice que:

1) La novena encarnación es como Buda.

2) Fue revelada en sueños a su madre la grandeza del hijo y el carisma que éste tendría entre sus semejantes.

3) Escoge para nacer una casta principesca (como Jesús).

4) La madre de Buda se llamaba Maya o Maïa y le concibió fuera de toda relación sexual.

5) Dotado de gran inteligencia maravilló los doctores con su sabiduría.

6) Abandonó el lecho materno para cumplir su misión.

7) Fue tentado varias veces por el demonio pero salió victorioso de ellas.

8) El más celebre de sus discursos fue «El sermón de la montaña», (como el de Jesús).

9) Tuvo su discípulo traidor y sus dos discípulos diametralmente opuestos, lo mismo que Pedro y Juan.

10) Después de su muerte se aparece a sus discípulos en forma luminosa con la cabeza rodeada con una aureola.

11) En el budismo se encuentran todas las prácticas religiosas del cristianismo y cuando los misioneros católicos se encontraron por primera vez con los monjes budistas, creyeron en un engaño del diablo.

Aquí se repite otra vez la alteración de hechos considerados históricos (aunque ya vimos que a los budistas mucho no les importa la historicidad de Buda) acerca de este personaje de la antigüedad, que indudablemente también dejó una marca en el mundo (si es que existió, porque como estamos dudando de todo…). En cuanto al punto 1, se refiere a la encarnación de Vishnú, uno de los dioses de la Trimurti (tres formas) de la religión hindú, conformada por Brahmâ (dios creador), Vishnú (dios preservador), Shiva (dios destructor), que habrían surgido de un huevo cósmico, o habrían tenido otros orígenes, según diversos mitos. Llama la atención que el Superado no nos haya presentado la Trimurti hindú como el origen de la Trinidad cristiana. Hace pensar que, o no se dio cuenta, o vio las diferencias entre un triteísmo (tres dioses) inserto en un politeísmo formidable, que cuenta millones de dioses, en el caso del hinduismo, y una doctrina cristiana, la Trinidad, definida en su forma más simple como Un Dios En Tres Personas, que preserva celosamente el monoteísmo antiguo testamentario del judaísmo; por no hablar de la diferencia sustancial entre un triteísmo de funciones u operaciones: creación (Brahmâ), preservación (Vishnú), destrucción (Shiva), frente a la Trinidad cristiana que nos presenta en el único Dios al Padre, Creador, el Hijo, Salvador, y el Espíritu Santo, el Otro que viene al irse Cristo, para hacer Dios morada en sus seguidores. Vio la diferencia, digo, y no quiso meterse; aunque yo creo que en realidad no se dio cuenta, porque no le importa mentir flagrantemente en todo los demás.

En cuanto a la encarnación de Vishnú, en la religión hindú se habla de varias encarnaciones de este dios, así como de Shiva (no de Brahmâ); el mismo Superado afirma que Buda fue la novena encarnación del dios. En el artículo (1) La vida de Buda (www.bujinkandolo.com.ar/religiones) leemos: la mayor parte de las tradiciones budistas sostiene que Buda no fue sino la última encarnación en una serie de vidas recogidas en diversas historias edificantes. Sobre esta supuesta encarnación de Vishnú en Buda, no hay una palabra en otras tres biografías, disponibles en la red: (2) Buda [Siddharta Gautama], www.biografíasyvidas.com; (3) Una biografía corta del Buda Shakyamuni, www.acharia.org; (4) La Vida de Buda, por Lama Ole Nidal, www.oshogulaab.com. Aunque sí se menciona como un avatar (encarnación terrestre de un dios) de tipo bodhisátvico (del sánscrito satua: bondad) en el artículo Avatar de Wikipedia.

Acerca de la doctrina de la Encarnación desde un punto de vista cristiano, leemos en el Nuevo Diccionario Bíblico: ¿De dónde surgió la creencia de la iglesia primitiva de que Jesús de Nazaret era Dios encarnado? Tomando como base la suposición de que no surgió de lo que Jesús mismo dijo e hizo, sino que se originó posteriormente, se ha tratado de buscar su origen en especulaciones judías sobre un Mesías sobrehumano y preexistente, o en los mitos politeístas sobre dioses-redentores, característicos de las religiones de misterios helenísticas y los cultos gnósticos. Pero actualmente se reconoce ampliamente que estos intentos han fracasado; en parte debido a que las diferencias entre estas fantasías judías y gentiles y la cristología del NT han resultado ser invariablemente más sustanciales y profundas que sus superficiales semejanzas; y en parte porque se ha demostrado que en los dichos innegables del Jesús histórico en los evangelios sinópticos hay una virtual afirmación de deidad, y que una virtual aceptación de esta afirmación resultó ser fundamental para la fe y el culto de la iglesia palestina primitiva, como lo evidencian los primeros capítulos de Hechos (cuya historicidad sustancial rara vez se disputa en la actualidad). (Ediciones Certeza. 1982. Página 423). (Énfasis mío)

Siguiendo en este tema y destacando las diferencias entre las fantasías (en este caso hinduistas) y la cristología del NT, realmente contrasta con esas múltiples encarnaciones de estos dioses hindúes (hasta diez en el caso de Vishnú; ocho en el caso de Shiva), la única encarnación del Hijo de Dios, Jesucristo, una sola vez, para ofrecer el sacrificio perfecto, suficiente y definitivo para la redención de la raza humana. El asunto de la encarnación vendrá a colación otra vez, cuando hablemos de unos de los principales arquetipos religiosos: la esperanza puesta en un Libertador, Salvador, Redentor, la promesa de cuya venida es tan antigua como la humanidad.

Sobre el punto 2, leemos en la biografía (1): Dice la leyenda que su madre, Mahamaya, poco antes de dar a luz soñó que un hermoso elefante blanco se introducía en su matriz. La biografía (3) dice brevemente: Según la tradición, estaba predestinado a ser un emperador o un gran maestro. Sobre este punto no tenemos más nada que agregar, salvo lo escrito en la biografía (1), en la que leemos: Todos los relatos que han llegado hasta la actualidad sobre la vida de Buda fueron escritos muchos años después de su muerte por discípulos proclives a la idealización de su maestro. Por supuesto, esto también podría aplicarse a los escritos sobre la vida de Jesucristo, ya que en este terreno no es dable invocar la inspiración del Espíritu Santo para la redacción de las Sagradas Escrituras, ni ningún otro auxilio sobrenatural. Los relatos de los anuncios del nacimiento de un ser portentoso impresionan como inexorablemente vinculados a las características superlativas de dicho ser, y podrían entrar dentro del arquetipo religioso constituido por la esperanza de un Redentor. Que nos digan que los anuncios del nacimiento de Cristo y las características que tendría, surgen de algo similar en el caso de Buda, es forzar malintencionadamente un vínculo entre la historia de Buda y la creación del “mito” Jesús, absolutamente innecesario y prescindible. Algo similar pasa con el punto 3. El punto 4 es otro intento pueril de inducirnos a creer el argumento de la copia. La semejanza fonética del nombre de la madre de Buda, Maya (Mahamaya, según la biografía 1), con el nombre de la madre de Jesús, María, desaparece cuando recordamos que Mariam es la forma helenizada del hebreo Miriam, nombre por lo demás muy común en la Palestina de entonces. Pensar que podríamos tragarnos que los “creadores” del “mito” Jesús, que derrotó a todas las religiones del mundo grecorromano, Egipto y Oriente Medio, tenían tan poca imaginación que debieron copiar el nombre de la madre de Buda para la madre de Jesús, es un insulto para nuestra inteligencia. Ninguna de las biografías menciona algún milagro especial que posibilitó la concepción de Buda, ni tampoco que Mahamaya fuera virgen al momento de nacer su hijo. El punto 5 alude a la visita de Jesús al templo de Jerusalén a la edad de 12 años, y su charla con los doctores de la ley, los que según el Evangelio de San Lucas se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas (2:47). En las biografías que estamos manejando, se dice de Buda: Vagó como mendigo por el norte de la India, donde recibió las enseñanzas de algunos famosos maestros brahmanes, los cuales pronto agotaron su capacidad para enseñarle (1); Aprendió de los mejores maestros de la época, cubriendo las áreas del materialismo, nihilismo, trascendentalismo y existencialismo el rápidamente superó a sus sucesivos maestros, pero sentía que no se aproximaba a su meta (4). (Esto después que empezó a buscar la iluminación, a la edad de 29 años). Por lo tanto, lo que dice el Superado en el punto 5 también es una artera tergiversación. El punto 6 carece de sentido. En el punto 7 hay una notable similitud entre la búsqueda de la verdad por Buda bajo la higuera de Bodhgaya, y la experiencia de Jesús luego de sus cuarenta días de ayuno en el desierto. Pero en este caso las biografías que manejamos no coinciden en el tiempo que Buda pasó bajo la higuera; una dice que fue una semana (4), mientras que otra le asigna 49 días (3). Las otras dos solo refieren que la iluminación llegó “durante la noche”. En cuanto al punto 8, las biografías afirman que el más célebre discurso de Buda fue La Puesta en Movimiento de la Rueda de la Verdad o Dharma, (el DHAMMACAKKAPPAVATTANA-SUTTA). (2) (3) La Vida de Buda (1) dice que: Este sermón, cuyo texto se conserva, contiene la esencia del budismo y muchos eruditos lo consideran comparable, por el tono de su altura moral e importancia histórica, al Sermón de la Montaña de Jesucristo. (Énfasis mío). Así que en este punto el Superado miente flagrantemente. Sobre el punto 9 leemos en (1): Su primo y discípulo Devadatta quiso vengarse de él al ver frustrada su ambición de heredar el liderazgo de la sangha (comunidad monástica), planeando primero su asesinato y provocando, más tarde, un cisma en la sangha que duró poco tiempo. En (2) dice: Tras escapar de un intento de asesinato a manos de su primo Devadatta, acontecido ocho años antes de su muerte, Buda enfermó de disentería. No hay otra referencia. Lo que se relata acerca de Devadatta, primo de Buda (discípulo suyo según una de las biografías que manejamos) no tiene ni punto de comparación con la traición de Judas Iscariote, que entregó a su maestro a las autoridades nacionales judías que buscaban su muerte, impulsado por sórdidas motivaciones que aún no se esclarecen del todo. El punto 10 parece referirse más bien al arte pictórico cristiano de los primeros siglos, el cual una vez que decidió pasar por alto el Segundo Mandamiento de la Biblia, rodeó de aureolas luminosas las cabezas de Cristo y los santos; no hay referencias bíblicas a este tipo de aureolas en las apariciones de Cristo resucitado; y, recordemos, de Buda no se dice que haya resucitado, y en ninguna de las biografías manejadas habla de apariciones luego de su muerte. El punto 11 es insólito. Solo puede afirmar tal cosa quién desconoce tanto el culto cristiano como las prácticas religiosas budistas.

En suma, las mentiras que el Superado escribe (¡y publica!) en relación a Buda, con el fin de echar tierra sobre las enseñanzas acerca de la historicidad de Jesucristo, descienden al nivel de lo vergonzoso.

Nota: Publicado Originalmente por www.iglesiaenmarcha.net – Reproducido con permiso.

5 Comments

  1. Carolina Vallejo dice:

    Sigo considerando muy importante el tratamiento de éste tema que más que un tema es el fundamento de nuestra fe : JESUCRISTO Salvador y Señor. Todo lo que se insista y promueva siempre será poco si lo comparamos con la obra de la Cruz del Calvario, obra de sin igual amor.
    Siempre alertas, constantes en la fe edificada sobre la roca.
    Orar sin cesar , en todo tiempo. Ya esta propuesta es una bendición de Dios para lectores y escuchas.No se nos olvide el amor es esencial y existencial. Amén.
    Lic. Carolina Vallejo Latessa

  2. Prof. Andrés Freire dice:

    Y mas digo que es perfectamente demostrable historicamente que Jesús no es un mito, seguirle o no es otrocantar, libre albredio quele dien

  3. Prof. Andrés Freire dice:

    Hola:Algunas consideraciones, en realidad creo que es obvio que las religiones que existen en el mundo (y excluyo expresamente al cristianismo que no es una religión sino una concepción del mundo,una explicación global del sentido de la existencia) son una mezcla de aquella ley divina que esa grabada en los corazones humanos deformada y sumada a doctrinas de demonios. En cuanto a ciertas tradiciones que hemos heredado es claro que tiene muchos elementos miticos,como el Rosario que comparten con los budistas, o el mito de la Sagrada familia con el Antiguo Egipto, hay mucho de mito y fantasía en esa doctrina, no en la Iglesia del Señor.

  4. Carolina Vallejo dice:

    Con gusto he escuchado en el prog. que se comenzó a incursionar en la Secularización como proceso socio-cultural. Proceso que desde lo pedagógico he abordadoen relación con la laicidad por eso me tomo el atrevimiento de sugerir con todo respeto (si se va a continuar investigando ) las siguientes obras:
    todas las del Dr. Arturo Ardao (el mejor investigador del tema).En especial “Las etapas de la inteligencia uruguaya” donde aparecen algunas puntas en relación a la iglesia protestante.
    “LIberalismo y jacobinismo en el Uruguay Batllista” de Pablo Da Silveira
    Dos obras pequeñas pero suculentas del Dr. Barrán:”Los conservadores uruguayos” y un avance de investigación muy jugoso “”Ig. católica y burguesía en el uruguay de la Modernización”(FHCDE) .Asimismo “Laicidad en América Latina y Europa” CLAEH
    Gracias. Lic. Carolina Vallejo

  5. Carolina Vallejo dice:

    Como lectora y escucha cristiana me siento muy orgullosa .Realmente Dios bendice y lo está haciendo.El prog. de hoy jueves 20 estupendo se logró articular lo investigado (con muy buen nivel profesional y académico, como siempre) y lo espiritual . Creo que a todos nos hizo reflexionar. Realmente comparto que este es un tiempo especial.Adelante
    En relación a la tercera entrega es muy clara , con muy buen nivel donde se deja traslucir la vehemencia y pasión de quien investiga para esclarecer en el nombre de Cristo.
    Animo a que se siga profundizando y se publique.
    Por eso con todo respeto teniendo en cuenta Colosenses 4:6 me agradaría se pudiera reveer alguna expresión(estoy de acuerdo con el contenido pero no con la palabra que se usa)
    CRISTO VENCIÓ A LA MUERTE. AMEN. ALELUYA!!!!
    Dios bendice hoy y siempre.
    Lic. Carolina Vallejo

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