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Lectura: Salmos 119:105-112
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” v.105
En la época del Salmista no existía nada que se asemejara al moderno alumbrado de luces Led que conocemos en el siglo XXI. Los caminos tampoco eran asfaltados y los peligros acechaban a cada paso. Aunque también, hay muchos en nuestra América Latina por los cuales es difícil transitar, sumidos todavía en la oscuridad y en muy mal estado. Esa oscuridad era cortada únicamente por la luz de una lámpara que el caminante llevaba en su mano, alimentada por aceite que servía de combustible, era una llamita que alumbraba a corta distancia, no más allá del siguiente paso.
La Biblia nos ilumina un paso a la vez. ¡Quién no quisiera tener una visión más amplia y a largo plazo! Las escuelas de negocios nos dicen que debemos planificar estratégicamente los siguientes 3 a 5 años de nuestras vidas, pero eso no siempre es posible, y más aún en este impredecible mundo en que vivimos. Dios mismo no nos da un panorama tan amplio de nuestra existencia, sino que nos va mostrando el siguiente paso que debemos dar.
Eso no quiere decir que no pensemos ni planifiquemos con responsabilidad, pero tengamos en cuenta que quien ilumina el camino, no es nuestra sabiduría, sino la de Dios. Él conoce el futuro. A nosotros no se nos revela más de lo que Dios entiende debemos saber, para que confiemos en Él y avancemos con fe en su palabra. Entonces, enfoquémonos en el siguiente paso que debemos dar con la luz de La Biblia que tiene todo el consejo que necesitamos para caminar en seguridad.
Esteban D. Larrosa, Uruguay
Señor, que tu palabra ilumine mi andar