Hebreos 13:20 – Anagagon
9 septiembre 2017El colapso evangélico – 2
12 septiembre 2017Lectura: Romanos 1:16-17
“No me avergüenzo del evangelio.” v.16
Hasta que Cristo no alumbró al mundo con Su luz admirable, la esperanza de salvación respondía a los requisitos de las buenas obras y la obediencia a los preceptos de la Ley. De entonces acá, el panorama no ha cambiado casi nada para una buena multitud de religiosos en toda latitud. Los judíos y los gentiles crean en Dios, pero Pablo advertía que era necesaria la manifestación del poder de Dios en Jesucristo para hacer verdadera la salvación. Por eso Cristo es Salvador.
Hay mucha gente que dice creer en Dios, pero no serán salvos hasta que reconozcan que el sacrificio del Cordero es la única ofrenda del gran YO SOY para reconciliación con su creador, el acto supremo para ofrecer salvación. Debemos trabajar con Dios en Su misión de reconciliar al mundo a través de la predicación del evangelio de Jesucristo. La Palabra dice: Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:18). Cristo es el evangelio porque Él es la buena noticia; es el mensaje del cristianismo vertido por el Espíritu Santo para que todo aquel que en Él (Cristo) cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16). Dios no envió Su mensaje en una botella desde el cielo para que el mundo le encontrara por azar. Envió a Su Hijo como portador del mensaje para regalar eternidad.
En un mundo donde el hombre se jacta en asesinar todo mensaje de esperanza y amor entre los hombres y su Hacedor, Cristo sigue anunciando, triunfante, Su incomparable evangelio.
Faustino J. Zamora Vargas, Cuba