Soberanía de Dios en el sufrimiento
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El conflicto en la iglesia
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LECTURA: SANTIAGO 1:2 – 11
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios…” v.5
“Reinventar” es una de las palabras más sonadas en esta época. Las crisis nos dan la gran lección que los tiempos de cambios traen consigo grandes oportunidades. Sin duda, la crisis mundial provocada en parte por el COVID-19, nos ayudó a reinventarnos como sociedad y como mundo. En un abrir y cerrar de ojos, esta crisis nos ha presentado los más grandes desafíos para cumplir con nuestros quehaceres diarios y profesionales. Organizaciones y empresas crecieron de forma espectacular, pero otras desaparecieron. Para algunas personas fue un tiempo de mucha dificultad económica, pero para otras de un crecimiento incomparable. Quienes lograron reinventarse bien, sobrevivieron y lograron acceder a nuevos estadios.
Siempre se ha aconsejado que a nivel individual e institucional para sobrevivir a la crisis, se deben buscar las máximas eficiencias operativas y aprovechar al máximo las tecnologías. Por lo que se hace necesario tener las mejores asesorías.
Los cristianos estamos conscientes, que para salir avante en toda situación difícil, necesitamos, en primer lugar, la sabiduría de Dios, para lograr salir victoriosos. Nos sentimos privilegiados por tener con nosotros al Máximo Asesor, el Glorioso Espíritu Santo, que provee las mejores estrategias, metodologías y formas para lograr reinventarnos individual e institucionalmente.
Esto fue una realidad para muchas de nuestras iglesias y a nivel personal. Cuando no encontrábamos cómo enfrentar la crisis de la pandemia, logramos reinventarnos, poniendo nuestros dones y talentos, pero dejándonos asesorar por el Asesor de Asesores, el Espíritu Santo, nuestro parakletos.
Iris Barrientos, Honduras
El Espíritu Santo, el Asesor por excelencia
