Que no falte la fe
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¿A quién le dijeron que esto es fácil? – Parte 2
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LECTURA: MATEO 6:25 – 26
“No os afanéis por vuestra vida lo que habéis de comer”. v.25
Muchos consideran que para vivir bien es necesario tener personas que les amen, estabilidad económica, estudios superiores, casa propia y contar con los servicios básicos.
Esta forma de pensar nos conduce a cometer muchos errores tales como invertir los valores que Dios ha establecido para nuestra vida. Esto trae nefastas consecuencias como el menosprecio de la búsqueda de Dios, el descuido de la familia y buscar ansiosamente la satisfacción en cosas transitorias.
Cuando Jesús dio su sermón de la montaña trató este tema delicado, y enseñó que para vivir bien en esta tierra son necesarias sólo dos cosas: contar con alimentos para cada día y ropa para protección. Nuestro señor no incluyó vivienda propia, estudios superiores o estabilidad económica, lo cual es muy contradictorio con los ofrecimientos políticos.
El Señor ha prometido proveernos fielmente del alimento tal como lo hace con las aves del cielo. Esto no es un llamado a ser haraganes, o a no buscar un trabajo.
Es cierto que Dios alimenta a las aves, pero éstas tienen que salir y buscar con mucho esfuerzo el alimento que necesitan para vivir. Los israelitas en el desierto fueron alimentados por Dios con el maná, pero tuvieron que salir del campamento, cada día, aproximadamente dos kilómetros y recoger la cantidad suficiente para alimentar a su familia. La Escritura nos dice que Adán y Eva fueron puestos en el hermoso huerto de Edén, pero ellos tenían que labrar y sembrar la tierra para tener el pan de cada día.
Dios promete provisión, pero cada persona tiene que buscarla. La Biblia enseña: El que no trabaja tampoco coma.
Edward Zacarías, Perú
Dios te proveerá del alimento, pero tú tienes que buscarlo
