Pensamiento y emoción

Entrevista con el Dr. Eduardo Savio
15 abril 2020
16 de Abril: Día Mundial de la Voz
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Lectura: Filipenses 2:5-6

«Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse…» vv. 5-6

Las palabras de Pablo desde la cárcel son un reto para todo lo que conocemos sobre pensamiento y emoción. No es posible comprender su gozo en la dificultad sin una perspectiva divina. Sin un pensamiento cambiado, no es natural sentir como él siente, porque por poco que conozcamos del funcionamiento humano, sabemos que pensamiento y emociones tienden a tener una cierta coherencia.

El pensamiento de Pablo, entonces, había cambiado, y él mismo llama a tener el mismo “sentir” que hubo en Cristo Jesús, quien no se entregó guiado por sus emociones a secas, sino por un amor meditado y profundamente sentido. Él sujetó su voluntad a la del Padre, en la convicción de que tenía una tarea fundamental que hacer. Cuando Pablo habla de “sentir” no habla de emociones, sin más. Habla de una emoción que ha sido reconducida por la convicción de la verdad transformadora del evangelio y tiene mucho más que ver con el pensamiento contundente y racional que con nuestras volubles emociones.

Es importante ceñirnos a las verdades del evangelio y a la visión de Dios sobre las cosas para poder sentir correctamente. No es posible hacerlo de otra manera, así que no hay incoherencia en Pablo. Hay una sintonía profunda entre una mente entregada a Cristo y una emocionalidad que siente gozo ante lo que hace que el reino de Dios crezca, a pesar de que, para ello, tengamos nosotros que menguar.

Lidia Martín Torralba, España

Señor, ayúdame a ceñir mis emociones a tu verdad.
Meditación publicada en el libro devocional de RTM Alimento para el Alma – volumen 16, para conseguir una copia de la edición impresa visítenos en Soriano 1335 (Montevideo, Uruguay) o en su librería cristiana más cercana.

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