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Lectura: Filipenses 1:1-9
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” v.6
Las obras de Dios son perfectas. La creación es una obra perfecta, Génesis dice que luego del sexto da Dios descansó “porque había terminado la obra que había emprendido”. Otro ejemplo es el cuerpo humano. Dios nos hizo con sistemas como el sanguíneo, óseo, nervioso y nueve más que nos ayudan en el crecimiento, por eso la Biblia dice: “Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas”.
El mayor ejemplo de Sus obras es la culminación del plan de redención. Jesucristo crucificado en la cruz exclamó: “consumado es”. La encomienda a Cristo era una obra terminada, Su muerte satisfizo la justicia divina y nos dio la salvación. El cuarto es un trabajo que Su Espíritu Santo está haciendo en cada persona que le ha aceptado como salvador para hacerlo a la imagen de Su Hijo Jesucristo.
El Apóstol Pablo dice que la obra de Dios en nuestras vidas se perfeccionará cuando Cristo vuelva por segunda vez a la tierra. Si tienes a Cristo en tu corazón, Su Espritu está trabajando en tu carácter usando personas que no siempre son de tu agrado, o usa problemas que en ocasiones son muy complicados para resolver, pero también usa las circunstancias dolorosas, tristes o alegres por las que pasas y puedas reflejar la imagen de Cristo.
Dios desea terminar la obra que inicio en nosotros el día que creímos en el sacrificio de Su Hijo, cuando la termine será nuestro gozo ser semejantes a Él.
Alfredo Vélez Rubio, México