La tumba está vacía

Lectura: Marcos 16:1-8

“No está aquí”. v.6

Recuerdo cuando era niño fui por primera vez a poner flores en la tumba de mi bisabuela María. Me llamó la atención el silencio y la tranquilidad que permeaba este lugar. Las hileras de tumbas con sus bellas flores. Pero lo que má me llamo la atención fue un grupo de personas que lloraban con tristeza alrededor de una tumba recién cavada y con bellos arreglos florales a su alrededor. Mi corazón de niño inocente se compungió y quise preguntar, pero esperé hasta llegar a casa. Cuando llegamos le pregunté a uno de los adultos que habían estado all. ¿Por qué lloraban esas personas alrededor de aquella tumba? Recuerdo la respuesta como si fuera hoy. “Mi niño es porque no van a volver a ver a su ser querido”.

Vayamos dos mil años atrás, tres mujeres iban camino a otra tumba a ungir con especias aromáticas al cadáver de su maestro que había tenido una horrible muerte, clavado en una cruz. Se encontraron para su sorpresa con que la tumba estaba vacía y a un ángel que les decía que su maestro no estaba allí, que había resucitado. ¡Qué contraste!, Jesús su maestro había vencido al enemigo del ser humano, la muerte. Él les había prometido que todo aquel que cree en Él, tampoco morirá eternamente, sino que resucitará en el da de Su regreso.
Aquel niño, que ahora es un adulto salta de alegría, porque sabe sin ninguna duda que sus seres queridos no tendrán que llorar sobre su tumba porque él ha creído en Jesús como su Señor y Salvador y que, aunque su cuerpo terrenal perezca, Su Señor lo resucitará en el día de Su regreso, ¡Amen!

Omar Valdés, Estados Unidos

¿Has creído tú en Jesús?

Meditación publicada en el libro devocional de RTM Alimento para el Alma – volumen 15, para conseguir una copia de la edición impresa visítenos en Soriano 1335 (Montevideo, Uruguay) o en su librería cristiana más cercana.