La mente infantil como objetivo

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Imagen tomada del Centro de Prensa Disney

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Por: Ps. Graciela Gares*

Parte 1:

Parte 2:

Parte 3:

La película “Lightyear” de Disney, estrenada recientemente, tuvo un debut opaco ya que fue prohibida en 14 países de Asia y Medio Oriente, por contener una escena de lesbianismo.

Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Arabia Saudí, Egipto, Kuwait, Omán, Catar, Malasia, Indonesia, Singapur, Jordania, Líbano, Siria y Territorios Palestinos no habilitaron la proyección en sus países.

Lightyear  es un film animado de ciencia ficción, apto para todo público.  El héroe del drama es Buzz, el astronauta de la conocida saga infantil Toy Story. En esta instancia Buzz – un juguete animado -, participará de una expedición interplanetaria que quedará atrapada en un planeta hostil, a millones de años luz de la Tierra, adonde desea volver.

En el transcurso de la trama, una de los personajes se revela como lesbiana y se besa con otra mujer.

La inclusión de la temática homosexual en el cine para adultos no es novedosa hoy día, ya que se viene dando desde hace décadas.

Pero la escena de dos mujeres besándose en un film infantil encendió alarmas en grupos sociales que no avalan la ideología LGBT+.

Llama la atención y sorprende que el campo de batalla para la propagación e implantación de nuevas ideologías en la relación entre los sexos utilice el arte para llegar a las mentes infantiles. Fácilmente puede interpretarse como un intento de adoctrinamiento de una población que no dispone aún de herramientas para discernir lo bueno de lo malo.

El espacio de esparcimiento y diversión es utilizado para infiltrar semillas de cambio cultural en cerebros inmaduros que lo absorberán todo, sin sentido crítico.

Además del rechazo tajante de diversos países musulmanes, la escena del beso lésbico habría sido controversial aún en Estados Unidos.

Según medios de prensa, fue retirada originalmente y luego vuelta a incluir por presión de los empleados de los estudios cinematográficos Pixar y Disney, quienes reclamaron cumplir los compromisos con la población LGBT+.

En Oriente, ese episodio en la trama de Lightyear se consideró un insulto al islam y a las costumbres de esa población. 

Quizá en Occidente esté faltando un pronunciamiento tan claro de las comunidades cristianas, declarando que la propuesta ofende a nuestro Dios, quien en palabras de su hijo Jesucristo advirtió: 

“pero si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar.” (Mateo 18: 6)

Que la homosexualidad es contraria al diseño divino, está claramente expresado en diversos pasajes a lo largo del texto bíblico:

“No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable.” (Levítico 18:22)

“Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras. Los hombres, por su parte, en lugar de tener relaciones sexuales normales, con la mujer, ardieron en pasiones unos con otros. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres y, como consecuencia de ese pecado, sufrieron dentro de sí el castigo que merecían.” (Romanos 1:26-27)

“No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad  o son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente: ninguno de esos heredará el reino de Dios.” (1 Corintios 6:9)

No es casualidad que el arte sea utilizado al servicio de cambios culturales que se desean promover. Al contrario, se trata de una estrategia bien planificada para “naturalizar” conductas que se busca normalizar.

En esto, los hijos de las tinieblas vienen siendo más sagaces que los hijos de la luz (Lucas 16: 8)

El tema de la película Lightyear no es la homosexualidad, ni en concreto el lesbianismo, pero el episodio alusivo a esta “opción” sexual se desliza como al descuido en la trama, sorprendiendo y tomando desprevenido al espectador infantil y también al adulto.

Detrás de ello puede ocultarse una táctica para cambiar la percepción de la opinión pública respecto a algún tema que se considere inaceptable.

Según la teoría política definida como “Ventana de Oberton”, mediante una serie de pasos bien estudiados se puede influir a largo plazo sobre la opinión de la población para que acabe aceptando lo que antes veía como descabellado.

Una síntesis de tales pasos sería la siguiente:

1° – se elimina un tabú flexibilizando conceptos (por ejemplo, llamando “matrimonio igualitario” a la convivencia de gays o lesbianas)

2° – para forzar su aceptación, se cataloga de fóbico a todo aquel que se oponga al concepto que se intenta imponer (p. e. tildar de homofóbicos  a los que no acepten conductas gays o lesbianas)

3° – luego se intentará presentar como sensatas a las nuevas prácticas (antes inaceptables), afirmándolas desde una perspectiva de “derechos” humanos de quienes las practican.

4° – se las promoverá como populares. Para ello se apela a manifestaciones artísticas como por ejemplo el cine (Disney, Netflix) y otros medios audiovisuales, los cuales la integrarán a sus producciones.

Asimismo, artistas famosos se identificarán con tales conductas para “naturalizarlas”.

5° – finalmente se accede al plano político, donde impulsado por “grupos de presión” (Colectivos LGBT, etc.) se propondrá consagrar tales prácticas en Leyes.

Mediante estos pasos progresivos se consigue la aceptación de conductas rechazadas en principio en nuestra cultura judeo-cristiana, debilitando y  venciendo finalmente las resistencias que se hayan levantado contra ello.

Sin dudas que es necesario conocer estas maquinaciones del enemigo de Dios y de la raza humana, para que satanás no gane ventajas sobre nosotros. (2 Corintios 2: 11)

Conociendo este accionar, es preciso acompañar a nuestros niños en sus espacios de entretenimiento y diversión, guiándoles para que desarrollen conciencia crítica sobre lo que se les ofrece como propuesta audiovisual, comparándolo con los principios divinos.

Es preciso que los padres participen en los juegos de computadora (videojuegos) de sus hijos, que compartan sus tiempos online y discutan con ellos los argumentos allí expuestos. ¡Vale pedirles a ellos que nos enseñen!

El deber de instruir a los hijos en el camino fue dado a los padres y no a los productores de contenidos audiovisuales. Quien maneje la mente de los niños puede salvar o arruinar una generación de adultos, una cultura y un país.

¡Que Dios nos guíe e inspire para ser guardianes de las mentes infantiles, salvando de este modo sus vidas!

“Rescaten al débil y al necesitado; líbrenlo de la mano de los impíos”. (Salmos 82: 4)

*Ps. Graciela Gares – Participa en la programación de RTM Uruguay que se emite por el 610 AM – Columna: “Tendencias” – Lunes 21:00 h

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