La esperanza cristiana en la era poscristiana – Cuarta Parte

La Cultura Pop
27 octubre 2008
Alimento Para el Alma 2009 – 7ª Edición
28 octubre 2008
La Cultura Pop
27 octubre 2008
Alimento Para el Alma 2009 – 7ª Edición
28 octubre 2008

Dr. Alvaro Pandiani

Vivimos en una sociedad que no sabe morir.
El universal temor a la muerte que acompaña a la humanidad, es un temor ancestral según un escritor sagrado: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Hebreos 2:14,15).

Una nota de esperanza emerge de la obra de Cristo a la que se refiere el autor sagrado. Pero el punto es que en nuestra época de vida colorida, veloz, interesante y frenética, el temor a morir es conjurado por medio de la más deliberada negación; y esa negación se apoya en miles de superficialidades que llenan la mente, los pensamientos y las conversaciones, momento a momento, día a día, de modo que estamos tan ocupados por el trabajo, las compras, los bienes materiales, las deudas, las preocupaciones, el confort, las diversiones, lo que está en “onda”, las modas, los entretenimientos, las obligaciones, que uno pudiera llegar a creer que finalmente hemos encontrado la manera de vivir para siempre. Y por lo tanto lo más importante de la existencia humana es lograr cambiar el auto, pintar la casa, tener mejor salario, mejor figura, mejores ropas, …

Si ese libro del Antiguo Testamento llamado Eclesiastés no hubiera sido escrito hace tres mil años, hoy tampoco nadie lo escribiría. ¿Quién se haría célebre hoy día filosofando sobre la vida y la muerte con expresiones tales como:
“… aborrecí la vida, pues la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa, por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. Asimismo aborrecí todo el trabajo que había hecho debajo del sol, y que habré de dejar a otro que vendrá después de mí. Volvió entonces a desilusionarse mi corazón de todo el trabajo en que me afané, y en el que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. Pues lo mismo les sucede a los hijos de los hombres, que a las bestias: como mueren las unas, así mueren los otros, y todos tienen un mismo aliento de vida. No es más el hombre que la bestia, porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo fue hecho del polvo, y todo al polvo volverá. Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol: las lágrimas de los oprimidos, sin tener quién los consolara; no había consuelo para ellos, pues la fuerza estaba en manos de sus opresores. Alabé entonces a los finados, los que ya habían muerto, más que a los vivos, los que todavía viven. No hay hombre que tenga potestad sobre el aliento de vida para poder conservarlo, ni potestad sobre el día de la muerte. Y no valen armas en tal guerra, ni la maldad librará al malvado … si el árbol cae hacia el sur, o hacia el norte, en el lugar donde el árbol caiga, allí quedará” (Eclesiastés 2:16,17,20; 3:19,20; 4:1,2; 8:8; 11:3b).

Incluso, y salvando las obvias diferencias, este artículo que usted está leyendo tiene muy mala onda. ¡Mire qué tema!

Y sin embargo, los hospitales están entre los lugares más alegres que pueda usted imaginarse. Los cuartos médicos y las áreas de enfermería son lugares donde las risas y las humoradas llegan a veces a convertirse en una verdadera jauja. La explicación de este fenómeno es muy simple. Trate usted de recordar qué sintió la última vez que “por cumplir” debió concurrir a una sala velatoria; o peor aún, a un sepelio en pleno cementerio. Basta pensar en aquella solemnidad, aquella tristeza que se respira casi, el llanto desesperado, expresión patética del dolor que causa lo irremediable; la opresión en la garganta, los pelos de punta quizás, todo el cuerpo erizado, y el anhelo casi irrefrenable de que el muerto sea bajado de una vez a la tumba para largarse de allí.

Ganarse la vida trabajando en un hospital, lugar donde dichas escenas se repiten casi a diario (en realidad donde se inicia, a veces estando el enfermo aún con vida, ese drama que continúa en el velorio y concluye en el cementerio), acabaría por abrumar a quienes deben cotidianamente enfrentar tales situaciones. El humor, chabacano y superficial, y no pocas veces obsceno, es un recurso muy socorrido por algunos, en mi opinión para mitigar la angustia; una forma de cubrir los propios sentimientos encontrados, de tapar y ahuyentar la torturante idea de que eso mismo que estamos viendo podría estar pasándonos a nosotros, o a uno de nuestros seres queridos.

Una consideración final acerca de esta temática gira sobre los recursos de consuelo. Paliativos y dudosamente eficaces, constituyen aquellas prácticas, creencias y frases de consuelo, que traen el sabor de la resignación, y la casi ausencia de esperanza en un reencuentro; reencuentro que sí es nota típica de la fe religiosa que forma parte vital de la existencia. Este punto se puede ver en el contraste establecido por el apóstol Pablo entre la situación emocional de aquellos que han perdido seres queridos, pero por su fe cristiana tienen “palabras para alentarse unos a otros” en virtud de las perspectivas escatológicas ofrecidas por la Palabra de Dios, mientras por otro lado estaban “los otros”, aquellos que no poseían en aquel momento una fe viva y eficaz (1 Tesalonicenses 4:13 – 18).

O aquellos que han rechazado esa fe, la han descuidado, por indiferencia la han dejado, o ni siquiera les ha sido enseñada por una sociedad autosuficiente y materialista. Sociedad y cultura que carece de respuestas adecuadas a la hora de enfrentar los conflictos más graves de la vida. Esto es lo que obliga a recurrir a sucedáneos más ricos en forma que en contenido; sustitutos visibles de una fe inexistente, que alimentan la resignación con su figura, color y solemnidad, y dan pábulo a la esperanza con la certeza espuria de un fácil acceso a una vida de ultratumba, a un reencuentro futuro, o a una mejor reencarnación. Panteones fastuosos, o sencillas tumbas coronadas de cruces, o del símbolo religioso de ocasión; ritos religiosos periódicos conmemorativos; expectación esperanzada basada en las historias de vida después de la vida, muy popularizadas periódicamente. Frases estereotipadas, convertidas casi en un slogan: “él está con nosotros”; “ella siempre estará a tu lado”; “él lo hubiera querido así”; “desde donde está, nos observa” (realmente cinematográficas).

Por encima de todo, el formidable esfuerzo por superar el peor de los reveses con que el ser humano pueda enfrentarse, la muerte; hecho definitivo y absoluto en un mundo donde todo se ha relativizado, lo que lo hace más difícil de aceptar, soportar, sobrellevar y superar.

Frente a esta desesperanza hueca, vacía, desesperante, se levanta inamovible la esperanza cristiana, aún en una época, una sociedad y una cultura “poscristiana”. Esperanza sólidamente cimentada en la eterna Palabra de Dios, con aseveraciones inmutables como:

“Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, el Señor será mi luz” (Miqueas 7:14).
“Yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo, y que después de deshecha ésta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” (Job 19:25, 26).
“De manos del sepulcro los redimiré, los libraré de la muerte. Muerte, yo seré tu muerte; seré tu destrucción, sepulcro. La compasión se ocultará de mi vista” (Oseas 13:14).
“Cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: “Sorbida es la muerte en victoria”. ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? ¿Dónde, sepulcro, tu victoria?” (1 Corintios 15:54, 54).
“Y oí una voz que me decía desde el cielo: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis 14:13).
Y muchas más.

6 Comments

  1. graciela dice:

    Vivo en Nicaragua, C.A. deseo adquirir el libro Alimento para el Alma, he consultado en algunas librerias. Pero no saben.

    Me podrian orientar donde adquirirlo aqui en Nicaragua. Gracias. Dios les continue bendiciendo.

    Escucho a diario el programa “a traves de la Biblia” pero dice que lo estan enviando solamente en Estados Unidos.

  2. Carolina Vallejo dice:

    Compañero forista Ruben Antonio:
    Estimado ,Adelante!!! en Cristo se puede , El es nuestro alimento diario.

    Todo lo podemos en Cristo, el nos fortalece,Adelante.

    Se puede salir te lo digo por experiencia personal, cuesta y todo lleva su tiempo y te diré que uno aprende mucho .Muy bueno que puedas compartirlo. Dios te bendiga.

  3. Gracias por la consulta. Alimento Para el Alma llegará a Argentina en las próximas semanas.

    El representante en Argentina de RTM es el Pr. Salvador Dellutri.

    Por favor escriba su email solicitando el libro a: argentina@transmundial.org

  4. Sembrador dice:

    Apreciado Ruben Antonio, en esta misma página están las 3 primeras partes de esta reflexión sobre la muerte y la esperanza cristiana. Si no las ubicás, buscalas en la columna de archivos.
    Sobre cómo adquirir el Alimento para el Alma desde Argentina, espero que los hermanos de Transmundial te orienten.
    Contigo en la oración, un hermano en Cristo.

  5. ESTUVE LEYENDO ATENTAMENTE ,Y EN REALIDAD MO PUDE CONTENER LAS LAGRIMAS DE TRISTEZA Y ESPERANZA A LA VEZ.-

    PERDI A MIS PADRES DE CANCER ,AUNQUE CREO PROFUNDAMESTE CREYENDE EN CRISTO, ES MUY HERMOSO Y TRISTE LA REFLEXION Q UDS HACEN A CERCA DE LA VIDA,ESTA VIDA CON TODAS SUS CONTRADICCIONES Y OPTOMISMOS A VECES FALSOS Q NO PONE ESTA SOCIEDAD Y CULTURA POSMODERNA ILUSORIA Y FUGAS NO MAS Q LA MUERTE QUE ELLA HACE DENUESTRAS VIDAS Q SON TAN POCO ESTIMADAS PARA LOS Q NO TIENES AMOR Y SENSIBILIDAD.-

    SOLO DIOS QUE ES AMOR PUEDE DAR SENTIDO A LA VIDA,NO UNA CIENCIA NI FILOSOFIA NI SIQUIWERA EL ARTE, SOLO EL ARTE DE AMAR ES ESO CONSISTIRIA TODO SI IMPERA EL AMOR.-

    ME GUSTARIA PODER RECIBIR EL LIBRO ALIMENTO PARA EL ALMA 2009.-
    YA Q ME SERIA DE FORTALEZA ESPIRITUAL Y EM MEDIO DE LA SOLEDAD Y TRISTEZA Q SIENTO POR LOS RECUERDOS DE ANTAÑO.-

    VIVO EN LA ARGENTINA,Y SIEMPRE ESCUCHO VUESTRA RADIO TODAS LAS NOCHES POR CX4 RADIO RURAL-MONTEVIDEO,DESDE LAS 21 A 12 DE LA NOCHE.-

    GRACIAS ´POR TODO,Y Q EN ESTA NAVIDAD RENAZCA LA LUZ DE LA ESPERANZA EN LA ETERNIDAD,Y LA LUZ Q ILUMINE NUESTROS CAMINOS A VECES OSCUROS ,LA LUZ DE LAPALABRA DE CRISTO.-

    COMO PODRIS HACER PARA ADQUIRLO DESDE ESTE PAIS?

    QUE DIOS BENDIGA VUESTRO PROGRAMA EVANGELICO.-

    ME GUSTARIA PODER VER LAS OTRAS PARTES DEL DR. ALVARO
    PANDIANI O ADQUIRIR ALGUN LIBRO DE REFLEXION DE EL..- YA Q ME GUSTA MUCHO LEER SOBRE ESTOS TEMAS.-

  6. Carolina Vallejo dice:

    sigamos orando para que más personas puedan tener la ESPERANZA CRISTIANA que ya disfrutamos nosotros. Eso si es necesario recimentarla en la oración y lectura cotidiana; algo profundo y sencillo.

    Sigamos construyendo con éste tema y otros el espacio democrático y de resistencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *