La constatación

LECTURA: SALMO 14

“Ellos temblaron de espanto; porque Dios está con la generación de los justos.” v.3

Hace aproximadamente dos décadas que me enfrenté a una experiencia lamentable. Unas personas a quienes dábamos testimonio de Cristo y que de hecho afirmaban conocerle desde hace mucho, insistían en negar que los siervos de Dios reciben del Señor un cuidado diferenciado. No negaban la gracia ni la presencia de Dios, mas recalcaban que daba un poco igual vivir a las medias entre Dios y el mundo. El resultado en sus familias fue muy triste. Dios está con la generación de los justos, pues esos justos son aquellos que han recibido a Jesucristo en sus vidas, siendo declarados limpios por Dios, no porque realmente lo alcanzaron con sus propias fuerzas, mas porque Jesús asumió la pena de todos sus pecados para que ellos pudiesen ser perdonados. Cuando uno se da cuenta de sus errores y que realmente no merece nada bueno en su vida, tiembla al ver que otros, igualmente no merecedores, acaban por recibir ese favor especial de Dios. Sí, hay un trato especial de Dios para con la generación de aquellos que por Jesucristo son conocidos como justos. Y ese trato está sobre todos los que creen que por medio de Jesucristo ha accedido a la presencia de Dios y son conocidos como sus hijos. A menudo nos encontramos con aquellos que consideran que no es justo ese trato especial. No obstante, el trato justo para aquellos que no están con Dios es dejarlos a su propia suerte, pues no quieren a Dios, mas Dios está buscando aquellos que hacen parte de la generación justificada en sus pecados.

Dirceu Amorim de Mendonça, España

En Cristo somos hechos justos

Meditación publicada en el libro devocional de RTM Alimento para el Alma – volumen 21. Para conseguir una copia de la edición impresa visítenos en Soriano 1335 (Montevideo, Uruguay) o en su librería cristiana más cercana.