¡Fin del Mundo! ¿Y qué a ti?

Sed de conocerlo
18 enero 2018
Verdadero servicio
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Por: Pr. Sergio Perelli*

David Meade, en su libro Planet X-The 2017 Arrival vaticinó que una estrella traería ‘siete cuerpos en órbita’, y uno de ellos, Nibiru al que llama ‘Planeta X’, impactaría nuestro planeta antes del 31 de Diciembre del año 2017, ocasionando otros fenómenos naturales que traerían como consecuencia el fin del mundo y el ocaso de la humanidad.

La NASA y otros científicos han desmentido la existencia de un planeta llamado Nibiru, y declarado que la teoría del Sr. Meade es rotundamente falsa.

En el año 2016, el canal de YouTube ‘End Times Prophecies’, predijo que el fin del mundo ocurriría el 29 de Julio del año 2016, provocado por la inversión de los polos magnéticos de la Tierra los cuales ocasionarían drásticas alteraciones atmosféricas y catastróficos terremotos. Y cinco años antes basado en el Calendario Maya, también se nos advirtió de que el fin de la raza humana sería con certeza el 21 de Diciembre del año 2012. Asimismo, el predicador Harold Camping por medio de su Radio Familiar en Oakland, California, empezó a anunciar de que el Día del Juicio Final daría inicio el 21 de Mayo del 2011.

Las ‘profecías’ fatalistas del Fin del Mundo no son una creación exclusiva del Siglo XXI, sino que se han originado en todos los siglos anteriores, provenientes no solamente del círculo secular, sino también del eclesiástico en relación al regreso de Jesús; pero no es el propósito de este artículo presentar las innumerables evidencias de que ninguna de las mismas se cumplió.

La temática del asunto ha retomado nuevo vigor, por lo tanto no podemos escaparnos a una realidad presente tanto en los medios de comunicación masiva, como en el seno de la Iglesia.

Desde la perspectiva del ser humano, su racionalización de lo que está ocurriendo alrededor del mundo tiene su lógica validez.

Las provocaciones de Corea del Norte hacia la comunidad internacional con la creación de una bomba de hidrógeno de alcance intercontinental; las amenazas constantes de Irán de destruir a Israel y su alianza económica y armamentista con Hezbolá y Hamas; el incremento de los ataques terroristas en diferentes ciudades de Europa de parte de ISIS u otros grupos afines; los genocidios en Siria; la expansión del Islam en todas las regiones del mundo; los ataques cibernéticos desde Rusia, y la inestabilidad política en varios países del mundo incluyendo los Estados Unidos de Norte América; sin ninguna duda generan la siguiente interrogante: ¿Estamos al borde de una nueva confrontación nuclear que traiga consecuencias nefastas a nivel mundial?

Los desastres naturales provocados por huracanes de gran intensidad, los terremotos de alta magnitud, e inmensas extensiones de áreas forestales consumidas por incendios también contribuyen a cundir el pánico e inestabilidad emocional, y a preguntar: ¿Será que es verdad lo del calentamiento global, y que como consecuencia los planetas chocarán unos con otros, la Tierra perderá su órbita, y el Sol explotará ocasionando la destrucción del mundo?

Sumado a lo expresado en los párrafos anteriores podemos agregar a la lista: la corrupción y el libertinaje moral de la sociedad, y a nivel eclesiástico el descrédito progresivo a la inspiración, autoridad y suficiencia de la Biblia, factores que han hecho evolucionar un ‘evangelio diluido’ con una peligrosa tendencia a adaptarlo a las corrientes culturales, sociales, políticas, filosóficas y religiosas del mundo actual; pero este tema es ‘harina de otro costal’ como dice un viejo refrán.

 La pregunta a considerar para los hijos e hijas de Dios, no debería concentrarse en si estamos o no en la antesala del fin del mundo, aclarando que por defender esta premisa no nos convertimos en personas insensibles a los eventos trágicos que acontecen a nuestro alrededor. ¡De ninguna manera!

Las últimas palabras que Jesús dirigiera a sus discípulos antes de su ascensión fueron: ‘No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad…’ (Hechos 1:7); pero anteriormente ya les había enseñado: ‘El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre’ (Mateo 24:35,36).

La pregunta que amerita una reflexión seria es la siguiente: ¿Cuál debería ser el enfoque de un cristiano en este tiempo tan especial en que las personas a nuestro alrededor se encuentran en un estado de vulnerabilidad emocional?

En el libro Los Distintivos De Calvary Chapel en la página 102, su autor el Pastor Chuck Smith no podría haber respondido mejor a la pregunta que se ha expuesto.

‘El Señor viene pronto. Estamos viviendo al borde, como Pablo dice: Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos (Romanos 13:11). Que Dios nos ayude a mantener esta bendita esperanza, y LLEVARLA A TODA LA GENTE para que:

 

  1. Puedan conocer la urgencia de vivir para Jesucristo abundante y completamente.
  2. Puedan tener la prioridad correcta respecto a las cosas del mundo las cuales fácilmente nos agarran y nos detienen.
  3. Puedan vivir vidas de pureza; mantener su corazón y vida puras al servicio del Señor sabiendo que El puede venir en cualquier momento.

Yo quiero estar vigilando, quiero estar listo para encontrarme con El cuando El venga. No quiero estar haciendo alguna otra cosa que me arrastre o detenga. ¡Quiero estar listo para mi Señor!

Es importante que proclamemos esta enseñanza y mantener a la gente vigilando y esperando, porque sin esto: ¿Qué esperanza tenemos hoy en el mundo? Necesitamos mantener a la gente enfocada en la verdad, que muy pronto un mejor día viene. ¡Esté listo! El Señor viene por Su pueblo, y El nos va a llevar a estar con El’

Y volviendo al día en que Jesús ascendió a la casa de Su Padre, en el capítulo 1 del libro de Hechos y en el versículo 8 leemos: ‘pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra’.

Dios nos está presentando una gran oportunidad de ser testigos y de compartir las Buenas Nuevas de Salvación, y de que para todos “HAY UN LUGAR MÁS ALLÁ DEL SOL

*Pr. Sergio A. Perelli: Es uruguayo y actualmente es pastor en la iglesia Calvary Chapel Amistad en Montclair, California.  A su vez, apoya el desarrollo de una congregación de su denominación en Empalme Olmos, Canelones

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