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¿Una enseñanza egoísta?
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LECTURA: MATEO 7:13-14
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” v.13
¿Alguna vez has entrado por una gran puerta a un centro comercial o algún supermercado?
Las puertas allí normalmente son amplias, anchas, mucha gente transita por ellas. Gente ocupada en sus propios asuntos, tal vez compras para la casa, renovación del vestuario para las fiestas o la compra de regalos para la familia.
También hay otro tipo de puertas, más pequeñas, como la de los baños públicos o transportes, donde es más forzoso entrar.
El Señor dice en Su preciosa Palabra que la puerta que lleva a la perdición es ancha, grande y espaciosa, y muchos van por ella. Esto quiere decir, que mucha gente está yendo al infierno, donde hay condenación a causa del pecado.
Sin embargo, hay otra Puerta, una finita, pocos la hallan y el Camino es angosto, pero esta lleva a la vida eterna. ¿Ya te imaginas cuál es esa Puerta?
Jesús dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.”
Para entrar a esta Puerta debes arrepentirte de tus pecados y mirar a Jesús como el único camino a la vida eterna.
No sigas caminando a la perdición, el día de la salvación es hoy. Mira a esa preciosa Puerta, entra al camino y hallarás pastos para tu alma eternamente. Ven a Cristo, al dulce Jesús.
Georges Coppens, Paraguay
Cristo es la puerta al cielo, a la vida eterna
