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“…porque así ha dicho Jehová: “Comerán y sobrará”. v. 43
La vida presenta diversas situaciones que preocupan y a veces cargan nuestro corazón. Son esas crisis que parecen no tener una salida adecuada. Todos en más de una ocasión nos hemos visto presionados por circunstancias que no sabemos manejar y que, de no haber tenido cuidado, pudieron conducirnos a tomar decisiones inapropiadas y precipitadas.
Nuestra actitud frente a las crisis es determinante si deseamos salir adelante. No es un mero juego de palabras. Es una realidad. Si permitimos que las circunstancias cieguen nuestros ojos, entonces no percibiremos que Dios está allí, que siempre presto nos acompaña para ayudarnos cuando clamamos a Él.
“¡Hay muerte en esa olla!” dijo uno de los profetas. Significaba que la comida era venenosa. Quizás verduras o hierbas silvestres no comestibles habían sido mezcladas por accidente con plantas comestibles. ¡Qué gran tragedia! Había escasez de alimentos y la poca comida que consiguieron se echa a perder. ¿Qué hacer en una situación tan apremiante como esa?
Los cristianos estamos llamados a guardar la calma en medio de las crisis. Al fin y al cabo, es normal que los que mal llamamos “del mundo”, se desesperen porque confían en sus propias fuerzas. Pero no olvide que usted y yo tenemos cifradas nuestras esperanzas en el Creador. Y con Él, todo lo podemos. Si bien es cierto, confiar en Dios no es fácil porque estamos acostumbrados a depender de nosotros y a racionalizarlo todo; es ya hora de que en medio de las circunstancias difíciles, aprendamos a asimilar y aplicar el alcance de este término: “Confiar”.
Sigifredo Sabalza, Venezuela