Casos difíciles o dudosos
12 diciembre 2017El tiempo – 2
13 diciembre 2017Lectura: Génesis 29:1-14
“Y Jacob besó a Raquel y lloro, y alzó su voz y lloró.” v.11
Recuerdo a un amigo que en cierta oportunidad me dijo: Servir es entrega, servir es darse a uno mismo sin ver las consecuencias que esto trae. ¿Pero que nos enseña el hermoso relato bíblico de hoy? Nos pone de relieve el propósito de Dios para nuestro servicio, y la recompensa que entrega a la lealtad incondicional, motivada en el amor.
Creo que todos estaremos de acuerdo en esto: Todos deseamos ser bendecidos por Dios. Del texto mencionado podemos extraer lo siguiente:
a) La Lealtad, Amor y Servicio incondicional a Dios, trae no solo consigo el respaldo espiritual de la presencia y guía prometida por Dios, sino también acarrea la bendición para la vida. b) Ser bendecido por Dios, significa también atraer bendición a otros que están a nuestro lado. c) Ser bendecido significa librarse de las asechanzas del enemigo espiritual.
Considerando esto, podríamos decir que: vale la pena, servir con lealtad a nuestro Señor. Pero, debemos considerar que hay una advertencia de parte de Dios: “Si no oyereis, si no decidís de corazón, dar Gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros…porque no habéis obedecido de corazón”.
Aprendamos a servir a Dios con alegría, procuremos entregar un servicio que honre Su nombre, con humildad de corazón; con un espíritu quebrantado y fiel. Pues Dios nos ha librado de toda clase de maldición, para que tengamos verdaderas vidas, abundantes y prosperas, vidas llenas de paz y esperanza en un glorioso mundo eterno y maravilloso.
Carlos Pacheco Barra, Chile