Amor, Misericordia y Gracia

Por: J. Vernon McGee

¿Cuál es la diferencia entre el amor, la misericordia y la gracia de Dios? Leemos en Efesios 2:4,5: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”. Esta es una escritura tan maravillosa, ya que combina los tres: Pablo dice que Dios es rico en misericordia, y debido a su gran amor por nosotros, Él nos salva por la gracia.

¿Qué es el amor de Dios? Bueno, Dios es amor. Antes de que algo fuera creado, Dios era amor. El amor es la naturaleza de Dios, es lo que se llama un atributo de Dios. Pero lo interesante es que el amor de Dios nunca salvó a un pecador. El amor de Dios hizo que Dios se moviera en dirección a la misericordia y la gracia, le llevó a ejercer la misericordia y la gracia.

¿Cuál es la diferencia entre la misericordia y la gracia? El Dr. Chafer lo expresa muy exactamente: “La misericordia… es lo que Dios debidamente proveía para la necesidad del hombre pecador.” Dios es rico en misericordia. ¿Por qué es rico en misericordia? Porque Él es amor. Y porque Dios es amor, Él, por la misericordia, proveía la necesidad del hombre pecador. Pero la misericordia no salvó a los hombres. Cito al Dr. Chafer otra vez: “La gracia es lo que en Él actúa libremente para salvar porque satisface todas las demandas de la santidad.” Dios hoy tiene la libertad de actuar en la gracia. Usted es un pecador que no puede proveer nada a Dios. Usted no tiene nada que ofrecerle a Él. Pero la gracia significa que Dios puede venir a usted, un perdido pecador, y decir: “Yo soy el amor, y yo soy rico en la misericordia. Te amo, y yo he provisto, por Mi misericordia, un Salvador para ti. Ahora bien, si usted confía en Él, “por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2: 8).

Hay una distinción sutil aquí entre estas palabras. Toda salvación nace del amor de Dios, pero Dios no salva por Su amor ni por Su misericordia. Después de todo, nuestro Dios es Santo, y la Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…” (Juan 3:16). Dios no amó al mundo, de tal manera que salvó al mundo – no hizo eso. Porque tanto amó Dios al mundo, que, por su misericordia, proveyó un Salvador para el mundo, y ahora Él puede salvar por gracia.

Es importante ver otra cosa aquí. La salvación no es sólo la expresión del amor de Dios, sino también es una expresión de Su justicia y rectitud. No sólo necesitamos Juan 3:16, sino también necesitamos Romanos 3:26: “con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” Para justificarlo, cuando usted confía en Cristo, Dios tiene que ser justo, santo y recto. No puede simplemente abrir la puerta de atrás del cielo y dejar que entre bajo el amparo de la oscuridad. Usted y yo no somos dignos del cielo. Estamos alienados de Él. No tenemos comunión con Él. La comunicación se descompuso en el Jardín del Edén, y Él es quien la renovó. Porque Él debe ser justo y recto, Su misericordia proveyó un Salvador, y fue porque le ama a usted. Él puede ser justo y hacer esto – “a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.”

Por lo tanto, Juan puede escribir: “Sea con vosotros gracia [es la manera en que Dios le salva], misericordia [la misericordia proveyó un Salvador], y paz [cuando uno tiene todo esto, entonces la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones]”.

* J.Vernon McGee fue el creador y fundador de “A Través de La Biblia” que se emite todos los días de lunes a viernes de 22:30 a 23:00 hs. por el 610 AM. Este artículo fue tomado de Mensajes Editados de 2 Juan.