El tiempo – 4
8 enero 2018Dios nuestro consuelo
10 enero 2018
Lectura: 1 Juan 4:13-21
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” v.19
¿Por qué tenemos que amar a Dios? La respuesta más correcta es: “Tenemos que amar a Dios porque él nos amó primero”. Cronológicamente Dios nos amó primero porque lo hizo desde antes de crearnos, cuando transformó el planeta tierra en un maravilloso hogar para nosotros que fuimos hechos a su imagen y semejanza. Cuando Adán y Eva desobedecieron, Dios los echó del huerto del Edén, pero no dejó de amarlos, por eso les prometió un Salvador que restablecería la relación que el pecado había roto. La historia bíblica nos describe la forma cómo Dios manifestó su amor por la humanidad a pesar de su rebeldía. La prueba más grande de su amor fue la encarnación de su amado
Hijo, quien nació de la virgen María. Jesús vivó una vida ejemplar, y murió en una cruz llevando sobre sí el castigo de los pecados de toda la humanidad.
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” Conocemos por los evangelio el sufrimiento que padeció Jesús en la cruz para reconciliarnos con el Padre, y para darnos la vida eterna. Frente a las múltiples manifestaciones del amor de Dios, no podemos menos que reconocer que somos pecadores y, arrepentidos, pedirle que nos perdone creyendo en su Hijo Jesucristo. Después, le manifestamos nuestro amor haciendo su perfecta voluntad.
Rogelio Nonini, Argentina