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LECTURA: 1 TESALONICENSES 5:18-24
“ Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios…” v.18
Una materia de estudio en las familias es enseñar a los niños a decir gracias ante cualquier acción a favor de ellos, sea de su propia familia o de otras personas. Resulta familiar escuchar la siguiente frase: “Dale las gracias, por favor”. Todo parece sugerir que la acción de agradecer es aprendida; sea por un mandato, enseñanza, o, por imitación de lo visto en otras personas.
Todo agradecimiento va precedido por un bien recibido; consiste en valorar y reconocer que alguna persona, entidad u organización ha realizado algo a su favor. La satisfacción está en darse cuenta de que no ha sido un pago o una obligación de la fuente que realizó el bien, sino que ha intervenido un compromiso de amor, un cuidado y entrega que le han dado significado al bien entregado. ¿Qué pensar de Dios, el creador del universo, de la vida y la salvación a través de la muerte de su hijo Jesús, quien se ha dignado en ofrecer todos los bienes de nuestra existencia en esta tierra y el fin último, la eternidad con Él?
La Palabra de Dios nos inspira y nos enseña para que seamos agradecidos. ¡Cuántas verdades encontramos en su contenido que nos plantean e impulsan a agradecer! En la lectura de hoy encontramos lo siguiente: Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios. Es lo que Dios entiende cuando tenemos una relación cercana e intima con Él. Resulta prácticamente imposible vivir de manera justa y bondadosa, sin ser agradecidos. La idea es, que seamos personas agradecidas y recibiremos bendiciones de Dios y, bendeciremos a otros.
Bienvenida González, República Dominicana
La belleza de ser agradecidos
