Cristo y la cultura
30 agosto 2023
La discriminación
31 agosto 2023
LECTURA: EFESIOS 4:11 – 16
“…los predestinó para hacerlos a la imagen de su Hijo…” Romanos 8:29
Tal vez sintió la historia alguna vez, del escultor que le estaba dando los toques finales a una escultura encargada por uno de sus clientes. Día tras día y hora tras hora, el artista, cincel en mano seguía trabajando; siempre hallaba algo más para hacerle a la escultura.
Alguien que pasaba a menudo por el taller, y viendo que nunca terminaba aquella obra de arte, le preguntó muy curioso: “Dígame una cosa por favor, yo lo veo trabajar hace mucho tiempo sobre esa escultura y a mi propio criterio me parece que ya está terminada…dígame ¿por qué sigue trabajando en ella? ¿Cuándo va a dar por terminada su obra?
Luego de unos momentos de silencio reflexivo, el escultor contestó así: “Nunca terminaré…yo sigo trabajando sobre mis esculturas hasta que viene el cliente y se las lleva. Solo en ese momento doy por terminada mi obra.”
Un estilo de trabajo muy interesante, ¿verdad?
Quiero aplicar esta historia a la vida cristiana. Cuando iniciamos la vida cristiana somos declarados como hijos de Dios. Es entonces que el GRAN ESCULTOR de nuestras vidas, comienza a trabajar en nosotros y esta tarea le llevará todo el resto de nuestras vidas. Ser semejantes a Cristo en todas las cosas de la vida, nos llevará todo el tiempo que nos quede sobre esta tierra. Dios Padre seguirá trabajando en nuestras vidas hasta el final de ella.
La propuesta es seguir creciendo. No permita que los fracasos o tropezones en la vida detengan este proceso. Dios está trabajando en nuestras vidas como el escultor trabaja sobre su escultura. Su trabajo todavía seguirá.
Lemuel J. Larrosa, Uruguay
Parecernos a Cristo nos llevará toda la vida
