La conversión de Pablo
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LECTURA GÁLATAS 3
“¡Oh Gálatas insensatos!” v.1
Un joven pastor desanimado me contó, que estuvo predicando en una plaza, y varios jóvenes oyendo, conmovidos, aceptaron recibir a Jesús en sus vidas, pero sorpresivamente, otros pastores le exigieron que no continuara, y se pusiera corbata. Esto quitó concentración y provocó disgusto al joven pastor, quien debió pausar su prédica para ponerse una corbata, ante el asombro de los presentes, algunos se alejaron….
Supe que en una congregación, ya por 10 años, se le impide a una persona participar de la cena del Señor, por haber bailado con su esposa en un casamiento.
Un matrimonio dejó de congregarse, porque tenían un hijo pequeño gravemente enfermo que falleció, a pesar de las oraciones, y hubo gente que les dijo “el niño murió porque algo malo habrán hecho”, esto obviamente los alejó.
Una señora me comentó que dejó de congregarse, porque en su iglesia cuando adoraban, debían reírse con carcajadas, y ella no podía hacerlo; para mi asombro, se emocionó cuando le dije que no es necesario ni bíblico reírse cuando se adora.
Existen incontables situaciones, donde congregaciones cristianas, imparten enseñanzas ajenas a la Biblia. Y hay miembros que todo lo aceptan, sin reflexionar en la Palabra de Dios. Ambas actitudes insensatas. Pablo, escribió a las iglesias de Galacia, advirtiendo que no debían oir a los falsos maestros que les exigían circuncidarse y otras prácticas, no acordes al Evangelio de Jesucristo en el que fueron enseñados. Pablo escribió. “¡Oh Gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad….?”
El pasado se repite, y las palabras de Pablo nos llaman a la reflexión y vuelta al Evangelio bíblico, del que nunca debemos alejarnos.
Marcel Legarra, Uruguay
No seamos cristianos insensatos
