Una historia de gracia
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Una ciudadanía ejemplar
15 octubre 2022
Lectura: Isaías 40:25-31
“…pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas…” v.31
La vida muchas veces es difícil: Problemas, enfermedades, crisis económicas, sociales y otros males. Muchas veces esas cosas nos cansan y nos dejan sin fuerzas. ¿Qué pasa con nuestra fe en esas circunstancias? Tenemos dos opciones: Quejarnos de Dios o confiar en Él y esperar. ¿Crees que el Dios que creó todo el universo no puede ayudarte en tu problema? ¿Crees que habrá algo imposible para Dios? Dios dice que no solamente es el creador, sino que también es el que controla todo lo que sucede: “Él ordena a las estrellas”.
Porque Dios tiene el control de todo lo que sucede en el mundo, nada puede suceder sin que lo permita. Incluso las cosas malas que pasan son porque Dios las permite y las
transforma en bendiciones. Si Dios permitió un evento en nuestra vida fue por algo. Lo importante es comprender que es soberano y que cualquier cosa que esté pasando, no importa si no lo entiendo, debo confiar que Dios tiene un propósito. Muchas veces debemos tratar de cambiar nuestras perspectivas y comprender que Dios no vive para nosotros sino nosotros para Él.
No se trata de que al confiar en Dios nos va a librar de toda prueba, no siempre es así. Pero siempre nos da la fuerza para enfrentarla, y cuando pensamos que ya no podemos más, nos dice: “confía, yo multiplicaré tus fuerzas”. Por tanto, cuando atravesemos por circunstancias difíciles en nuestra vida, en lugar de quejarnos, debemos con- fiar en la soberanía y en el amor de Dios. De esta manera experimentaremos como él nos capacita para continuar adelante.
Sigifredo Sabalza, Venezuela
Las fuerzas que Dios da no se agotan