Por: Pr. Louder Garabedián*
Eran 12 los escogidos, eran los hombres mejor preparados en el servicio secreto israelí, preparados con un fin. Tenían el cometido de aunar criterios, recabar información, evaluar posibles dificultades. Después de una espera de 40 años, al fin estaban listos. Las expectativas de toda una nación, de más de 6 millones estaban depositadas en aquellos 12.
El mandato, claro, conciso, determinante era “vayan”.
Las conclusiones a las que arribaron fueron maravillas: las promesas de Dios eran reales, palpables, verdaderamente la tierra era tan buena y fructífera que los racimos de uva debían ser cargados entre dos personas.
“Qué hermoso lugar, podemos habitar en casas que no construimos, disfrutar de viñedos y árboles frutales en abundancia, todo es para nosotros. Todos estos años de lucha y de dificultades que hemos vivido, han quedado en el pasado. Dios ha sido propicio; una vez más la promesa no ha fallado.
Estos 12 estaban de acuerdo en un punto: nunca habían visto algo tan maravilloso
Pero… No todos contaban lo que debían contar. 10 de los 12 dejaron que sus temores, su negativismo, y pesimismo se extendiera como reguero de pólvora. Pudieron influenciar a todo el pueblo.
Tan sólo 2 de ellos: un anciano de 85 años, y el futuro líder de la nación llamado Josué, mantuvieron su enfoque en lo positivo, pasmados por la incredulidad, rebelión, insensatez y pesimismo de los otros que inclinaban la balanza en contra del proyecto de Dios para su pueblo.
Apreciado oyente, es más fácil ver el lado negativo en la vida que lo positivo de ella.
Precisamos, para contentarnos desplazar la vista hacia el costado, o ser testigo de la desgracia ajena, para darnos cuenta de lo dichosos que somos.
Nuestro enfoque de la vida, nos priva del carácter dador Dios, de disfrutar el don maravilloso de la vida.
Damos por descontado que el acto mínimo de respirar permite que sigamos con vida.
Se necesitan tan solo unos segundos para que la máquina llamada corazón, detenga su funcionamiento y nos deje sin vida.
Un día sin optimismo, sin plenitud, es un día desperdiciado.
Cuida de quien te rodea, fíjate si estás siendo influenciado para el bien.
Si mi alma quiere alimentarse de pesimismo, sé con qué personas tengo que estar, pero si mi alma quiere ser edificada, sé también con quién debo estar.
Preciosa oportunidad perdieron esos 10 hombres de confiar que el que los trajo hasta allí, era poderoso para salvar, para luchar contra los gigantes de la vida.
Es sólo por la fe que tú puedes cambiar tu realidad, pues mayor es el que está conmigo que el que contra mí está.
Qué tristeza! Tanto esfuerzo para llegar y ¡morir en la orilla!
*Pr. Louder Garabedian – Director Nacional de COMIBAM Uruguay. Coordinador y Movilizador para el conosur de COMIBAM. Y miembro del Concilio de SIM (Sociedad Internacional Misionera). Sus dos programas: “Mensaje a tú corazón” se emite los viernes a las 21.00 hs. y los domingos 20.30 y “La Voz de COMIBAM” se emite los domingos a las 22.00 hs. por el 610 AM. Escúchelos en nuestra sección de Audios.
