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Lectura: Isaías 65:17-25
“Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”. v.24
Mucha gente aún ignora la realidad de un Dios vivo, presente y activo en nuestra vida diaria. Ignoran sus leyes y tampoco toman en serio las evidentes experiencias de científicos y estudiosos que han llegado a la conclusión de que no hay efecto sin causa o causa que no produzca sus efectos. Así de lamentable es el estado de depravación al que han llegado los seres humanos.
Una visión adelantada y muy exacta de nuestra sociedad actual en la que muchos hombres viven como si no hubiera un mañana, con una ceguera espiritual que les incapacita incluso la percepción de lo obvio, la leemos en palabras del salmista: “Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, y a Jehová no invocan?” (Sal. 14:3-4)
La Biblia fue escrita para revelarnos a un Dios todopoderoso que nos cuida y que quiere nuestro bienestar en todas las áreas de la vida. En la Nueva Traducción Viviente de la Biblia leemos nuestro versículo así: “Les responderé antes de que me llamen. Cuando aun estén hablando de lo que necesiten, ¡me adelantaré y responderé a sus oraciones!” Siempre ha sido así y siempre será así: Nuestro Padre está listo para oír nuestra súplica, ampararnos y guiarnos por sus caminos de bien, mientras tengamos nuestra voluntad y corazón dispuestos a aplicar sus verdades en nuestra vida; a seguirle y a glorificarle.
Sigifredo Sabalza, Venezuela
Dios te cuida y te ayudará siempre, aunque no lo sepas.